¡Las lecciones de Capiatá!

Por Gustavo Díaz
El pasado 12 de junio de 2012, marcharon por las céntricas calles de la ciudad de Capiatá, ciudadanos organizados exigiendo a la comuna y otras instituciones públicas, el cumplimiento de sus deberes, exhortando a sus “conciudadanos a despertarse contra la corrupción y la impunidad”.
Señalan que la gota que colmo el vaso fue el desvió de unos G. 3.000 millones de royalties, que en lugar de invertir en obras, fueron a parar en sueldos.
El nivel cívico demostrado por los vecinos capiateños es digno de elogiar y analizar.
Y como era de esperase, la discusión en torno a la cantidad de participantes, fue otro de los temas debatidos en la prensa local (Capiatá), la discusión cobro fuerza de inmediato tras la publicación del diario abc color, (13 de junio de 2012) bajo el titulo: “10.000 personas salieron a las calles para exigir, cambio real”. Es preciso puntear, que mantuve diversos contactos con varios comunicadores radiales; me decían, Danildo González, Pablo González Alfaro, entre otros, que, a “Antonia del Valle, periodista de abc, le vendieron espejitos, la participación a criterio de los radialistas locales fue de aproximadamente 2.500 personas. Indicaron que la organización tuvo un desarrollo muy respetable.
Como primera lección, los capiateños nos enseñan a ser organizados. Buena parte de aquella clase política, grupos sociales y religiosos (católico), han demostrado que la amplitud y la espontaneidad en la discusión es un asunto trascendental, que no requiere que sus actores busquen un protagonismo político-intelectual, que inciertamente termine por desnaturalizar las manifestaciones, “lo convirtieron en una causa patriótica”.
Segundo: Resolvieron una planificación cualitativa, producto de las medidas correctivas ejecutadas a lo largo de más de cinco (5) manifestaciones estratégicas, donde finalmente lograron llamar la atención.
Tercero: Este grupo de ciudadanos logro administrar información; estudiando con calidad política y jurídica las distintas irregularidades.
Cuarto: La credibilidad, queda claro que los principales líderes deben contar con la confianza necesaria, de modo a evitar debilidades en sus relaciones públicas, en este caso la Iglesia Católica jugó un papel vital e independiente al sector político.
Quinto: De los medios y el propósito; no quisiera hacer pasar por alto este asunto significativo, cual es el mensaje que ha llegado a cada rincón, instrumentándose los diversos medios (prensa, radio, TV, redes sociales), generando cobertura a cada espacio, intentado instalar el mensaje con el propósito de lograr, claridad, comprensión y reflexión…
Los sanlorenzanos no pueden dejar pasar por alto esta lección cívica. Enseñanza que nos permite reflexionar y evaluar la credibilidad de este tipo de acontecimientos, además de la preparación de nuestros actores políticos, tomando como elemento constante, el acompañamiento ciudadano a cada una de las acciones políticas, en este caso la Oposición, que ejerce una férrea lucha por colocar su mensaje ante la ciudadanía, con el objetivo de exponer las insuficiencias e irregularidades del Gobierno Municipal de Albino Ferrer.
Es pertinente preguntarnos en este aspecto, muy aparte de que si la movilización en Capiatá, tubo 10.000 o 2.500 personas ¿Porque los Partidos de Oposición y Movimientos Sociales en San Lorenzo, no han logrado mayoritariamente el acompañamiento ciudadano? ¡O tal vez reunir 100 personas es sus movilizaciones de protesta! A sí mismo, guardando distancia sobre las importantes denuncias, que no tengan que ver con la Intervención a la Municipalidad y que son varias. Ejemplo: “La situación legal y funcional de la empresa de recolección de basuras ECORESA”.
Es necesario mejorar el interés por las distintas actividades políticas, practicadas en función pública por la autoridad de turno. Sean estas positivas o negativas, sobre todo, las potenciales irregularidades y deficiencias de los servicios municipales. De aquí, que los partidos de oposición críticos al Gobierno de Albino Ferrer, llevan un rol protagónico fundamental en la conducción de todo aquello que no marche adecuadamente.