abril23 , 2025

Joven sanlorenzana en Taiwán: “Las becas están para aprovecharse y cumplir nuestros sueños”

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Micaela Monserrath González González (2), dejó San Lorenzo para embarcarse en una experiencia que siempre había soñado: estudiar en el extranjero. Gracias a una beca completa del Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán (MOFA), Micaela, junto a otros dos compatriotas también sanlorenzanos –Aldo Argüello y Nicole Enciso– aterrizó hace siete meses en Taipéi para formarse en ingeniería informática, antes aprender el idioma Chino Mandarían. En esta charla vía Internet, Micaela nos habla de su adaptación, las diferencias educativas y cómo las becas son la llave que abre puertas para quienes desean aprender más allá de nuestras fronteras.

Monserrath González González, «en cuanto leí que cubrían matrícula, alojamiento y curso de idioma supe que tenía que intentarlo»

¿Cómo llegaste a Taiwán y qué te motivó a postularte a esta beca?

Desde muy chica quise estudiar fuera de Paraguay. Investigando opciones, descubrí las becas de MOFA y me llamó la atención el prestigio del sistema educativo taiwanés. En cuanto leí que cubrían matrícula, alojamiento y curso de idioma, supe que tenía que intentarlo. Envié mi postulación y, afortunadamente, fui seleccionada.

¿Qué esperabas encontrar al pisar Taiwán y hasta ahora, qué te ha sorprendido más?

Mi principal expectativa era recibir una formación de primer nivel y, claro, dominar uno de los idiomas más hablados del planeta. Pero lo que más me ha sorprendido es la disciplina: los estudiantes invierten muchas horas en la biblioteca y las clases son muy prácticas. Además, el transporte público funciona con una puntualidad increíble, algo que desearía ver en Paraguay.

En la foto también se ve a Aldo y Nicole, ambos también de San Lorenzo

Cuéntanos de tu rutina académica y de tu carrera en Ingeniería Informática.

Paso las mañanas en el centro de idiomas, donde empiezo desde cero con el chino mandarín. Por la tarde, asisto a cursos de fundamentos de programación y lógica, y practico proyectos en grupo. Elegí Informática porque siempre me fascinó entender cómo se construyen las aplicaciones que usamos. Aquí, los laboratorios están equipados con tecnología de punta y eso me motiva aún más.

¿Te costó adaptarte a la cultura y al idioma?

Al principio fue todo un reto: los caracteres, las costumbres y hasta la comida. Pero compartir apartamento con Aldo y Nicole, y relacionarme con otros paraguayos me ayudó muchísimo. La calidez de la gente taiwanesa también facilitó la integración: son amables y siempre dispuestos a ayudar.

¿Qué extrañas de Paraguay?

Mi familia, sin duda. No hay nada como el abrazo de mamá ni las charlas con mis hermanos. También extraño el tereré en la plaza y nuestra gastronomía. Aun así, las videollamadas y los mensajes me mantienen conectada.

Desde tu experiencia, ¿qué lecciones puede aprender Paraguay de Taiwán?

Primero, reforzar la calidad educativa: aquí los programas son rigurosos y los estudiantes participan activamente. Sería importante adoptar métodos de enseñanza más prácticos y exigir mayor dedicación. Segundo, mejorar el transporte público: la red de metros y autobuses es limpia, eficiente y jamás colapsa, a pesar del volumen de usuarios.

¿Qué esperas para el futuro al regresar a San Lorenzo?
No tengo un proyecto concreto aún, pero sueño con aplicar lo aprendido para modernizar procesos educativos y tecnológicos en Paraguay. Quiero aportar a la comunidad, compartir metodologías de estudio y fomentar un ambiente donde explorar y crear sea posible.

Un mensaje para los jóvenes que desean seguir tus pasos.
No dejen pasar las becas: están diseñadas para ayudarnos a cumplir nuestros sueños. Postúlense, prepárense y confíen en sus capacidades. Estudiar en el exterior no solo enriquece el currículo, sino que también transforma nuestra visión del mundo.

Así, Micaela nos recuerda que los grandes proyectos comienzan con un sueño, pero se concretan con la decisión de postularse a las oportunidades como las becas que Taiwán ofrece. “Atrévete a salir de tu zona de confort; el futuro depende de tu valentía para dar el primer paso”.

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