En Paraguay, al igual que en muchas partes del mundo, la diabetes sigue siendo una de las enfermedades crónicas con mayor impacto. Sin embargo, pocas veces se valora con la debida importancia el papel que juegan las emociones, la salud mental y el entorno social en su tratamiento y control.
El Prof. Dr. Elvio Bueno, diabetólogo y especialista en endocrinología y metabolismo del Hospital de Clínicas de la FCMUNA, explicó que la diabetes no aparece de un día para otro. “Está muy ligada a los hábitos alimentarios y a la falta de actividad física. Pero además, hay factores emocionales que pueden agravar el cuadro”, señaló.

Según comentó, en el hospital han desarrollado varios estudios que muestran una clara relación entre la depresión y el descontrol metabólico. “Hemos visto que los pacientes con cuadros severos de depresión tienden a tener niveles más altos de glucosa en sangre y de hemoglobina glicosilada, que refleja el control del azúcar en los últimos tres meses”.
También destacó la conexión entre la diabetes y trastornos del sueño, como el insomnio por ansiedad, así como con trastornos alimentarios como los atracones nocturnos: personas que comen compulsivamente durante la noche y luego sienten culpa, pero no logran frenar ese impulso.
Otro punto que preocupa al especialista es el estigma que enfrentan los pacientes con obesidad. “A menudo se los etiqueta como perezosos o faltos de voluntad, cuando en realidad el sobrepeso tiene un fuerte componente neurohormonal. Muchas veces, después de bajar de peso, el cuerpo activa mecanismos que lo empujan nuevamente a su peso anterior. No es una cuestión de carácter”, explicó.
Esta discriminación, sumada a la presión social y laboral, genera un círculo vicioso: la persona se siente mal por su imagen, se aísla, come por ansiedad, su salud emocional se deteriora y, como consecuencia, sus niveles de azúcar aumentan. “Incluso hay casos de personas que reciben un salario menor solo por tener obesidad”, lamentó.
Frente a esta realidad, el Prof. Dr. Bueno insistió en que el tratamiento de la diabetes debe ser integral y multidisciplinario. “No basta con tomar medicamentos. El paciente necesita un plan alimentario, actividad física y apoyo psicológico. Y si hay una depresión severa, también debe recibir atención psiquiátrica”.
Finalmente, advirtió sobre la tendencia a minimizar el diagnóstico. “Mucha gente dice ‘mi diabetes es emocional nomás’. Pero eso es una forma de negar el problema y postergar el tratamiento. La diabetes no se cura con buena onda: necesita un abordaje médico serio y completo”, concluyó.
Fuente: Dpto. de Comunicación Social de la FCMUNA