El radar que no discrimina
El radar de Mbeguemi no se limita a vigilar fantasmas; su mirada inquisitiva se posa en cada institución pública y también privada, al menos de aquellos que abusan de sus poderes de «servicio» en nuestra ciudad: municipalidad, juzgados, hospitales, USF, escuelas, colegios, cooperativas, comisarías, dependencias ministeriales, universidades… ¡la lista continúa! En los recintos públicos se administra, a su antojo, lo que cariñosamente llamamos la “Cosa Pública”, manejada según el gusto del politiquero de turno. Lo más delicioso es que muchos responsables se dejan usar para favorecer a esos personajetes que se autoproclaman salvadores, con el pretexto de hacer campaña electoral dentro de lo que debería ser un terreno sagrado e intocable. Y tranquilos, en nuestra página respetamos al cien por cien el anonimato de nuestras fuentes.
Polítiporquería sin Filtro
La palabra predilecta de los ilustres servidores –o de aquellos con “nexos” convenientes– es “gestión”. Sí, gestión, ese eufemismo elegante con el que se encubren sus verdaderas intenciones: hacer política partidaria y electoral en lo que debería ser terreno inviolable de la función pública (algo prohibido por ley, por supuesto). Entre manejos de “popindá” y sumarios contra directores y docentes, estos “salvadores” parecen más dedicados a mantener en sus puestos a quienes cometieron irregularidades en instituciones públicas (como la educación) que a servir a la comunidad. La gran interrogante es: ¿estamos mejor en nuestro adorado San Lorenzo o simplemente aprendiendo a reírnos de la tragicomedia diaria?
Hablando de Politiqueros
En un acto en una institución educativa, uno de los aspirantes precandidatos a intendente por la ANR en San Lorenzo decidió exhibir su faceta de regalón, y se presentó con la apariencia de un don generosidad. ¿De dónde saca tanto dinero para ser tan magnánimo? ¿Será que la inversión se le reembolsa a posteriori? Para endulzar aún más la escena, en la foto se lo ve acompañado de un ex inquilino del tercer cielo del edificio de vidrio de Sanlo , recordado no por sus brillantes aportes legislativos, sino por su paso en una cooperativa donde se registró la fuga de algunos “milloncitos”. Sin dudas, un dúo de lujo que promete risas (y lagrimitas) en cada campaña.
Universitarios “Exprimidos”
La semana pasada, un grupo de estudiantes de una prestigiosa universidad de “Sanlo” se rebeló ante la absurdidad de pagar hasta el último centavo. No se trataba solo de la cuota mensual; en algunas carreras se exigen más de 574 horas de práctica, pero la oportunidad es tan limitada que apenas suman 4 horas semanales. ¿Resultado? Para cumplir con el requisito, necesitarían 144 semanas –o sea, 33 meses–, y si en el plazo de un año no lo logran, el perjuicio podría ascender a unos milloncitos más de guaraníes. A esto se le suman cursos de capacitación y otras “sorpresitas” que exprimen los bolsillos de los estudiantes y, claro, de algunos padres. Una universidad sin sal, pero con mucho ajenjo. ¿Acaso estamos presenciando el auge de la educación gourmet… a precio de risa?
Colchón signo de dormir
El mismo “regalón” que hizo acto de presencia en la escuela volvió a sorprender, esta vez en un hospital público, donde regaló colchones. Quizás su intención era literalmente “poner a dormir” a la ciudadanía. En la foto, aparecen los principales directivos del nosocomio, ¿acaso es la estrategia de los que quieren ser precandidato de la ANR en las municipales? Es como decir, “este hospital está conmigo” ¿o no? Se nota que en este circo no basta con hacer campaña, ¡también hay que asegurarse de que la población se quede en un sueño profundo!
La Cereza en la Torta
En los grupos de WhatsApp y redes sociales de la institución educativa de Villa Laurelty, alguien comentó con fingida admiración: “Agradecemos al presidente de la Seccional 2 y a sus miembros”. Evidentemente, el evento fue un acto inconfundible de política partidaria. ¿Será que la directora de la institución fue “salvada” de varios sumarios gracias a la intervención de su gerenciador? ¿Y qué hay de la ACE (Asociación Cooperadora Escolar), que se lució en la tarea de mediar regalos del ex cuñado salvador? La ironía es tan densa que solo nos queda reír… o llorar.
Con este panorama, no nos queda otra que seguir disfrutando de este circo, donde la política se viste de gala y la gestión se convierte en el disfraz perfecto para la politiporquería. ¿Acaso el entretenimiento público puede ser tan barato? ¡Vaya espectáculo!