No tuve la oportunidad de asistir a la rendición de cuentas del pasado 26 de febrero a cargo del intendente Felipe Salomón, pero encontré tiempo para escuchar detenidamente la grabación, que se extendió un poco más de dos horas. En ella, el intendente presentó un panorama sumamente optimista sobre la gestión municipal, destacando el orden financiero, el progreso de las obras en curso y las inversiones proyectadas. Sin embargo, quedó patente una evidente omisión: los problemas que inquietan profundamente a la ciudadanía no fueron abordados en el discurso oficial.
Un Gobierno con Presencia en los Barrios
Es innegable que la administración actual ha mostrado un compromiso visible con la ejecución de obras. La mejora de calles, la restauración de plazas, la pavimentación y la gestión de proyectos de infraestructura han sido aspectos en los que el intendente ha trabajado con persistencia. Asimismo, sus constantes reuniones con representantes del Gobierno Nacional para gestionar inversiones viales son un indicio de su interés por mejorar la ciudad.
No obstante, este despliegue de obras contrasta con la ausencia de respuestas sobre las problemáticas que afectan el día a día de los sanlorenzanos. En redes sociales y en los pasillos del municipio, las quejas siguen siendo las mismas: el desorden en los alrededores del mercado, la caótica movilidad urbana, la pésima calidad del transporte interno y la proliferación de tragamonedas en zonas prohibidas.
Cifras Positivas, pero Cuestionamientos sin Respuesta
El balance financiero presentado en la rendición de cuentas destacó cifras alentadoras, aunque sin abordar las diferencias en los números que en reiteradas ocasiones ha señalado el concejal opositor Isaac Rojas. Tampoco hubo menciones sobre las denuncias presentadas ante la justicia ordinaria por la falta de respuesta a solicitudes de información pública.
Otro aspecto que quedó en el tintero es la polémica en torno al doble salario del director de Talentos Humanos, así como las preocupaciones medioambientales derivadas de prácticas como la quema de basura. La audiencia fue, en sí misma, un ejercicio de comunicación institucional que privilegió la autocomplacencia sobre la autocrítica.
Del Abandono a la Falta de Soluciones
Es justo reconocer que la administración actual ha revertido una de las críticas más recurrentes hacia gobiernos municipales anteriores: el abandono de los barrios alejados del centro. Hoy se percibe una mayor presencia del municipio en distintas zonas alejadas del casco céntrico, lo cual resulta positivo, pero también se evidencia una preocupante falta de acción ante el caos que reina en el microcentro sanlorenzano.
En mi opinión, es esencial que la administración municipal encuentre un equilibrio entre mostrar avances y asumir con honestidad las críticas y reclamos que emanan de la experiencia diaria de los contribuyentes. El progreso no se mide únicamente en obras y proyectos, sino también en la capacidad de responder a las demandas y necesidades de una comunidad diversa y en constante cambio. Solo así se podrá consolidar una gestión verdaderamente transparente y orientada al bienestar de todos.
En suma, la audiencia pública dejó en claro que, si bien la ciudad avanza en infraestructura y la gestión municipal exhibe aspectos positivos, lograr un San Lorenzo verdaderamente ordenado y funcional requiere que las autoridades escuchen y atiendan las demandas que los ciudadanos han venido planteando desde hace tiempo, como son: el desorden del centro (especialmente de los alrededores del mercado principal), el transporte interno de pasajeros, tragamonedas ilegales (varias están a metros de centros educativos), entre otros.