Las autoridades canadienses han iniciado una investigación sobre el accidente del avión de Delta Airlines que volcó al aterrizar en el aeropuerto internacional Pearson de Toronto. Aunque se sospecha que las condiciones meteorológicas adversas pudieron influir, la causa exacta del incidente aún no ha sido determinada.
El suceso ocurrió el lunes 17 de febrero a las 14:15 hora local (19:15 GMT), cuando la aeronave, un Mitsubishi CRJ900 operado por Endeavor Air y procedente de Mineápolis (EE. UU.), perdió el control al tocar la pista en medio de fuertes vientos y nieve. El impacto hizo que el avión terminara boca arriba, con al menos una de sus alas desprendida.
Heridos y respuesta de emergencia
De los 76 pasajeros y 4 tripulantes a bordo, 15 personas resultaron heridas, tres de ellas de gravedad. Entre los más afectados se encuentran un menor de edad en estado crítico pero estable, un hombre de unos 60 años y una mujer de unos 40, quienes fueron trasladados en helicóptero a un centro de traumatología.
Imágenes del accidente muestran llamas y una densa columna de humo saliendo del fuselaje, mientras los equipos de emergencia rociaban el avión con líquido contra incendios. Pasajeros fueron vistos caminando sobre la pista nevada tras evacuar la aeronave.
Testimonios y dudas sobre la causa
Pete Koukov, un esquiador profesional de 28 años que viajaba en el vuelo, relató su experiencia al The New York Times:
«Todo parecía normal durante el descenso, pero en cuanto las ruedas tocaron el suelo, todo ocurrió en un instante. De repente estábamos de lado, veía chispas y llamas en el ala que tocaba el suelo. Terminamos completamente boca abajo. Me desabroché rápido y me bajé al techo, que ahora era el suelo. La gente estaba en pánico.»
Las autoridades estadounidenses también colaboran en la investigación. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de EE. UU. ha enviado un equipo de expertos para asistir a sus homólogos canadienses.
Operaciones en el aeropuerto y contexto reciente
Aunque el aeropuerto Pearson suspendió temporalmente los despegues y aterrizajes tras el accidente, las operaciones se normalizaron en la noche del lunes, con la excepción de dos pistas que permanecerán cerradas por varios días.
Este incidente se suma a otros recientes en la aviación. El 29 de enero, un jet regional de American Airlines y un helicóptero militar de EE. UU. colisionaron sobre el río Potomac, sin sobrevivientes. Dos días después, un avión médico se estrelló, dejando siete muertos.
La ministra de Transporte de Canadá, Anita Anand, aseguró en redes sociales que sigue de cerca la investigación del “grave incidente” en Toronto. Mientras tanto, se esperan más detalles sobre las posibles causas en los próximos días.
Fuente: france24