La Diócesis de San Lorenzo informó la expulsión definitiva del sacerdote Jorge Ramírez Aquino, quien ya no puede ejercer ninguna función religiosa ni participar en actos litúrgicos. La decisión fue comunicada por el obispo Joaquín Robledo, quien destacó que la medida responde a la “vida incoherente” que llevaba el ex clérigo.
En un comunicado difundido este viernes, se detalló que Jorge Ramírez Aquino, quien desempeñó funciones en parroquias de San Lorenzo, Ypané y otras localidades del Departamento Central, ha perdido el estado clerical. Esto significa que queda totalmente excluido del ejercicio del sacerdocio.
“El señor Jorge Ramírez Aquino queda excluido del ejercicio del orden sagrado. Ya no puede ejercer el ministerio sacerdotal, no puede presidir la celebración eucarística, no puede predicar homilías ni administrar sacramentos”, indica el comunicado firmado por el obispo Joaquín Hermes Robledo, titular de la Diócesis de San Lorenzo.
Razones de la expulsión
Monseñor Robledo explicó que la decisión se tomó debido a que el sacerdote llevaba una vida incompatible con sus obligaciones religiosas. “Estaba teniendo una vida incoherente con su vocación sacerdotal. No ha tenido un comportamiento adecuado y no vivió de manera acorde con los principios que rigen esta vocación”, expresó en una entrevista radial.
Ante las advertencias de sus superiores, Ramírez Aquino se negó a renunciar voluntariamente al ministerio, lo que obligó a la apertura de un proceso canónico que concluyó con su desafectación.
Comunicado a la comunidad católica
La Diócesis también extendió el comunicado a los fieles de localidades como Capiatá, Guarambaré, Itá, Itauguá, Ñemby, San Antonio, Ypacaraí, Villeta y otras. El objetivo fue informar que Jorge Ramírez Aquino ya no está autorizado para realizar actos litúrgicos en ninguna iglesia.
“Recemos por todos los sacerdotes del mundo, especialmente por los de nuestra parroquia; hay muchas tentaciones”, escribió una feligresa en redes sociales al conocer la noticia.
La medida tomada por la Diócesis busca preservar la integridad del ministerio sacerdotal y reafirma su compromiso con los principios de la Iglesia Católica.
Fuente: Ultima Hora