Escuela Mariscal Estigarribia: Ejemplo de esfuerzo y colaboración en la educación pública

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La Escuela Mariscal Estigarribia, ubicada en el barrio Reducto de San Lorenzo, se ha consolidado como una de las instituciones educativas públicas más emblemáticas y prestigiosas de la zona. Su reconocimiento no solo radica en la calidad de la enseñanza, sino también en el trabajo conjunto de su comunidad educativa, que, a través de la Asociación Cooperadora Escolar (ACE), ha logrado cubrir numerosas necesidades que el Estado no atiende.

En un contexto donde el artículo 76 de la Constitución Nacional garantiza la gratuidad de la educación básica, surgen preguntas sobre cómo se sostienen las escuelas públicas cuando los recursos estatales no son suficientes. La respuesta en la Mariscal Estigarribia es clara: la colaboración activa de los padres, docentes y autoridades escolares.

Un esfuerzo colectivo por el bienestar estudiantil
Según Richard Martínez, presidente de la ACE de la institución, este modelo de gestión colaborativa ha sido clave para garantizar que la escuela se mantenga como un espacio seguro y funcional. «Cubrir necesidades básicas como el mantenimiento eléctrico, la limpieza, la compra de materiales, y hasta el salario de un docente de educación física, es un desafío constante. Pero lo logramos gracias al aporte voluntario y al compromiso de todos los integrantes de la comunidad educativa», señaló.

Este año, la ACE emprendió mejoras importantes, como la colocación de un piso de cemento en el parque de educación inicial para evitar problemas de higiene y seguridad. Ahora, se proyecta instalar un suelo acolchado que sea más seguro para los niños pequeños. Además, durante las vacaciones se trabajará en optimizar el pozo artesiano recientemente construido, instalando un purificador de agua que garantice la calidad del líquido para el consumo humano.

Mirando hacia el futuro
La escuela, que se prepara para recibir a más de 1,000 alumnos en el 2025, tiene como objetivo continuar mejorando sus instalaciones. Entre los planes para el próximo año destacan la construcción de una losa que permita ampliar la capacidad del edificio y la reubicación del comedor escolar, actualmente utilizado como aula para el séptimo grado.

«Nuestro desafío es grande, pero estamos comprometidos con brindar un espacio digno para el aprendizaje. Padres, docentes y directivos trabajamos juntos para que nuestra escuela siga siendo un orgullo para la comunidad», destacó Martínez.

Con el liderazgo de la directora, Anisia Allendre, y el apoyo de las familias, la ACE organiza actividades para recaudar fondos, como la tradicional hamburguesada programada para diciembre. Además, buscarán apoyo externo de la Gobernación, la Municipalidad y el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) para concretar proyectos más ambiciosos.

Un modelo de compromiso comunitario
La Escuela Mariscal Estigarribia no solo es un ejemplo de excelencia educativa, sino también de cómo una comunidad organizada puede suplir carencias y superar obstáculos. Su prestigio y el espíritu solidario de la gente reducteña la convierten en un modelo a seguir para otras instituciones públicas de la región.

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