Cultura… pero solo si es para los cepilleros 🎻🎸

Ah, la expectativa de un evento cultural: un concierto de arpas y guitarras en el corazón histórico de San Lorenzo, en el Centro Cultural Estación del Tren Lechero. Los organizadores, sanlorenzanos comprometidos, cumplieron con todo el protocolo: presentaron solicitudes, hablaron con el director de cultura y hasta con el jefe de gabinete. Lo curioso es que este último nunca se dignó a responder, ni sí ni no (a pesar de que el pedido fue con tiempo de sobra). En otras palabras, un verdadero AGUA TIBIA, o en buen castellano, ¡un maestro en la ciencia de la inutilidad! 🤷‍♂️ Para no ser menos, el secretario general de la muni también se limitó a una promesa diplomática: “Voy a hablar con el intendente.” Y después… nada. Absolutamente nada. ¿El intendente? tampoco naa de nada. Qué jóvenes autoridades, tan apasionados por la cultura… cuando no se les pide nada concreto, claro. 😏

¿Y si fueran los cepilleros? 🪞

Ahora, aquí va el giro. Una de las organizadoras del evento es alguien que, lejos de aplaudir ciegamente a nuestras ilustres autoridades, es conocida por señalar errores y exigir responsabilidades. La gran pregunta es: ¿qué habría pasado si quien pidió el lugar fuera un cepillero oficial, de esos que dedican su vida a endulzar oídos municipales? Nos atrevemos a suponer que en ese caso, el jefe de gabinete, el secretario general y hasta el mismísimo intendente se habrían desvivido en un sonoro ¡SÍ! ¿O nos equivocamos? 😏

Vecinos comprometidos y autoridades totalmente… metidas 🥳

Esta semana volvió al tapete el tema de la contaminación sonora en las calles Defensores del Chaco y Fortín Arce. Y, sorpresa, el «pachanguero» representante del pueblo quien para habilitar su local decidió que las leyes nacionales, los reglamentos municipales y los vecinos necesitados de descanso no aplicaban para su fiesta. Resultado: música a todo volumen, peleas en la calle, y hasta servicios sanitarios improvisados en plena vía pública. La pregunta es obvia: ¿qué tal si el pachanguero no fuera «representante del pueblo»? ¿Se portaría igual? Porque parece que para algunos ser «representante» significa abusar, pisotear y hacer todo a su manera. Todo un ejemplar de la comunidad, ¿no? 🙄. Actualmente una fiscala le imputó por los temas más arriba señalados.

Tranquilos… que ya vienen las promesas electorales 🎉

Pero que no cunda el pánico, porque las elecciones municipales están a la vuelta de la esquina. Pronto, nuestras autoridades empezarán con la temporada de promesas mágicas: un ambiente saludable (¡háganle recordar al pachanguero!), un tránsito ordenado y seguro (con cepos, claro, porque la recaudación siempre es prioridad), y transporte público eficiente liderado, claro, por algún empresario chatarrero que es “representante del pueblo”, o sea es todo un árbitro y jugador a la vez. Amig@s. Amigos y amigas, prepárense para recibir visitas de candidatos del REKUTÚ que, con una sonrisa, les prometerán (¡perdón, meterán!) una ciudad feliz y ordenada. Claro, en la práctica sus cuentas bancarias estarán más «ordenadas,» y la ciudad… más despelotada que nunca. Pero no se preocupen, los cepillos ya están listos para aplaudirlos. 😌

A propósito de elecciones 🗳️

Mientras tanto, los leales títeres del mandamás de la ANR siguen haciendo fila para… “cumplir” su papel. Entre ellos, tenemos al famoso «pastor» que es un experto en resucitar figuras desgastadas. Y no olvidemos al exdiputado, quien pasó por el Congreso sin pena ni gloria, bueno, excepto cuando le interesaban algunas propiedades del Estado que misteriosamente terminaron en manos de sus amigos y correligionarios. También figura el inefable vaciador de cooperativas —¿se acuerdan?—, un verdadero artista… pero en vaciar fondos. Y claro, no podía faltar el presidente de los presidentes de secc y quiñoquis, sí, esos que dan vueltas y vueltas hasta caer en el equipo oficialista. Porque, ya saben, a veces es mejor tragarse las palabras para seguir bien con el mandamás de turno. Aunque ambos dicen ser especialista en estar con Dios y con el diablo a la vez 😉