Dana Plato, conocida por su papel como Kimberly Drummond en la exitosa serie de los años 80, ‘Blanco y Negro’, vivió una vida marcada por altibajos que la llevaron desde el estrellato hasta un triste final. Su trayectoria, que comenzó como una prometedora estrella infantil, estuvo plagada de desafíos personales y profesionales que la llevaron por caminos oscuros.
Plato, nacida como Dana Michelle Strain el 7 de noviembre de 1964 en Maywood, California, fue adoptada por la familia Plato a una edad temprana. Su infancia estuvo marcada por el amor de sus padres adoptivos y su incursión en el mundo del entretenimiento comenzó a una edad temprana, protagonizando comerciales y programas de televisión desde los 7 años.
Su papel más icónico llegó con ‘Blanco y Negro’, donde interpretó a la dulce Kimberly Drummond. Sin embargo, detrás de cámaras, Plato luchaba con adicciones a las drogas y al alcohol, que finalmente la llevaron a enfrentar dificultades en su carrera y vida personal.
A pesar de su fama en la serie, Plato enfrentó una serie de obstáculos, incluido el embarazo no planificado durante la séptima temporada de ‘Blanco y Negro’, lo que eventualmente la llevó a ser despedida del programa. Sus intentos por encontrar trabajo en la industria del entretenimiento fueron infructuosos, lo que la sumió en una espiral descendente de adicciones y problemas legales.
Plato intentó reinventarse participando en películas para adultos y posando para revistas, pero no pudo escapar de sus demonios internos. Su vida se vio marcada por arrestos, problemas financieros y relaciones tumultuosas. A pesar de sus esfuerzos por recuperarse, Plato continuó luchando contra sus adicciones hasta su trágico fallecimiento.
El 8 de mayo de 1999, Plato fue encontrada muerta en su casa rodante en Moore, Oklahoma, a la edad de 34 años. La autopsia reveló que había ingerido una combinación letal de medicamentos, lo que llevó a su muerte a ser declarada como un suicidio.
La tragedia continuó para la familia de Plato cuando su hijo, Tyler Lambert, también se suicidó en 2010 a la edad de 25 años. La muerte de Plato y su hijo dejó una profunda marca en la industria del entretenimiento y sirvió como un recordatorio sombrío de los peligros del estrellato y las adicciones no tratadas.
La historia de Dana Plato es un recordatorio de los desafíos que enfrentan muchas estrellas infantiles y de la importancia de brindar apoyo y recursos adecuados para aquellos que luchan con problemas de salud mental y adicciones en la industria del entretenimiento.
Fuente: Infobae