La situación en la Escuela Nº 4208 San Juan Bautista de Laurelty de San Lorenzo es alarmante. Los robos se han convertido en una triste realidad, afectando la seguridad y el bienestar de la comunidad educativa. La encargada de despacho, Karina Cáceres de Bogado, ha denunciado que en una semana, la escuela ha sido víctima de cuatro robos. Sin embargo, en esta última ocasión, la situación pudo haber sido aún más grave.
Ayer jueves a las 04:16 horas, los ladrones ingresaron a la institución. Hicieron uso de una táctica astuta: cortaron la energía eléctrica, desactivando las cámaras de vigilancia. Luego, trabajaron rápidamente, manipulando cables de seis milímetros para extraer los focos. Pero lo más inquietante es que, al parecer los ladrones aún estaban dentro de la institución, mientras la cuidadora y la cantinera recorrían la escuela sin percatarse de su presencia.
La cuidadora, que vive en el sector superior de la escuela, notó la falta de energía eléctrica y escuchó ruidos. Alertó a la cantinera, quien vive a tres cuadras del lugar. Juntas, se aventuraron a inspeccionar el predio con una linterna. Fue entonces cuando escucharon un ruido proveniente del portón que pese a que cerraron al entrar la cantinera descubrieron que estaba abierta, por lo que presumen que los ladrones aún estaban dentro y aprovecharon para huir del lugar.
La acción policial ha sido prácticamente inexistente, dijo la responsable de la institución escolar, «los de la Comisaría de Callei no han tomado medidas efectivas para proteger la escuela, además en los cuatro robos anteriores (ocurridos el 4, 6, 8 y 11 de abril), no hubo respuesta que deseamos los miembros de esta comunidad educativa».
Karina Cáceres enfatiza la necesidad de controlar la venta de cofres que contienen cables robados. El precio por kilo de este material es de G. 70 mil, lo que incentiva a los delincuentes y señaló que «si no se toman medidas urgentes, la seguridad de las escuelas y colegios seguirá en riesgo».