Antes del inicio de clases, llevar al niño, niña y adolescente a un chequeo médico no solo permite detectar y tratar enfermedades a tiempo, sino que también juega un papel crucial en el rendimiento estudiantil, manifestó el Prof. Dr. Ricardo Iramain, jefe del Dpto. de Emergencias Pediátricas del Hospital de Clínicas de la FCMUNA. Resaltó la importancia de que los niños también estén al día con sus vacunas, cómo método preventivo.
El especialista manifestó que problemas oftalmológicos o auditivos, identificados tempranamente, aseguran que ningún obstáculo afecte el desempeño académico, contribuyendo así al éxito y bienestar del estudiante. Las evaluaciones médicas por las que deben pasar los niños sanos antes del inicio escolar son la exploración física para aspectos relacionados con el crecimiento (peso/talla), y aspectos relacionados con la pubertad, aparato locomotor, salud bucodental, vista, oído.
El Prof. Dr. Iramain puntualizó que para las clases de educación física y la práctica deportiva siempre es importante que el escolar se realice un estudio básico cardiovascular, como es el electrocardiograma, que es una prueba sencilla y rápida, y debe estar informado por el especialista. De ser necesario solamente se debe complementar con un ecocardiograma.
En cuanto a la vacunación dijo que es relevante que los padres o tutores se encarguen, que estén al día con ellas, para no exponerlos a contraer enfermedades como difteria, pertusis o tos ferina, enfermedades respiratorias muy contagiosas que se transmiten de una persona a otra. “Es relevante, un imperativo ético para los padres, que los niños con edad de recibir la vacuna contra el covid la reciban y la anti influenza que suele iniciarse en marzo”, acotó.
El pediatra señaló que los adolescentes no vacunados deben inmunizarse sobre la hepatitis A, la hepatitis B y la Triple Viral, si no está vacunado o tiene una sola dosis. Igualmente pueden colocarse el biológico contra la Tdpa de 11 a 18 y protege contra difteria, tos ferina o convulsa, tétano, y también recomendó la aplicación de la vacuna contra el meningococo en no vacunados de 11 a 12 años, y un refuerzo a los 16 años.
También instó a los padres a aplicar a las niñas la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH o HPV, por sus siglas en inglés) de 9 a 15 años, para evitar el cáncer de cuello uterino. Igualmente, a partir de los 12 años pueden inocular a los menores contra la fiebre amarilla.
Fuente: Dpto. de Comunicación Social de la FCMUNA