El jefe del Dpto. Asistencial de Kinesiología y Fisioterapia del Hospital de Clínicas de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA, Lic. Ernesto Lucas, señaló que en el camino hacia una vida saludable se destacan tres pilares esenciales: la calidad del sueño, la alimentación adecuada y la práctica de actividad física. En este contexto, la prevención de lesiones emerge como un cambio de estilo de vida.
El especialista en kinesiología y fisioterapia destacó que la prevención de lesiones no solo se relaciona con la actividad en sí, sino con adoptar un estilo de vida que incluya el sueño necesario, una hidratación adecuada y una alimentación balanceada. Además, enfatizó la necesidad de los cuidados personales, como el corte correcto de las uñas del pie, porque es el apoyo del cuerpo.
Respecto a la elección de la actividad física, dijo que ésta juega un papel crucial, además de ser agradable, se debe mantener la constancia, argumentando que la perseverancia en la práctica de ejercicios es clave para obtener beneficios duraderos.
Considerando el contexto estacional, se debe tener en cuenta un horario en el cual no haga mucho calor y la intensidad de la actividad. Otro factor fundamental es la elección de calzado adecuado como aquellos que no limiten el movimiento del tobillo y que permitan una expresión natural del pie, que no contengan extremada amortiguación como los que contienen células de aire, geles, resortes.
En cuanto a la intensidad del ejercicio, destacó la importancia de encontrar la carga óptima personal, evitando tanto el exceso como la falta. Las sesiones de entrenamiento deben incluir entrada en calor, actividad principal y vuelta a la calma.
Destacó la relevancia de la estabilización muscular en la prevención de lesiones, especialmente de los miembros inferiores que son los más afectados, en particular la rodilla que es la que en un 80 % suele verse afectada. Concluyó que más que la fuerza, se enfatiza la capacidad estabilizadora de los músculos para proteger las articulaciones.
El Lic. Lucas manifestó que la pregunta no es tanto qué actividad hacer, sino cuánto hacer, para lo cual hizo hincapié en tener en cuenta la duración, intensidad y factores ambientales que son determinantes. La progresión gradual de la carga y la adaptación también son claves para evitar lesiones. Señaló que actualmente se desmitifica la asociación entre ciertos productos como vendajes, vitaminas y otros, y la prevención de lesiones. Afirmó que la verdadera prevención reside en un enfoque holístico, abordando el sueño, la alimentación, el ejercicio con responsabilidad y constancia.