Qué alegría empezar un nuevo año en San Lorenzo, la ciudad de los baches y las cloacas (esta última empezó a manifestarse en las últimas semanas de diciembre pasado). Este año esperamos que los sanlorenzanos no nos rompamos el cuello ni el coche al transitar por las calles del centro y de los barrios, que en algunas zonas parecen más un campo minado que una vía pública. Y qué decir de esas “explosiones” de aguas residuales que volvieron a salir (recordándonos de épocas que creímos se fueron) de algunas tapas de alcantarillas de la ESSAP, que, en vez de llevarse las porquerías a la nueva planta de aguas residuales, las devuelven en forma de “ríos” que van a parar al ya podrido arroyo San Lorenzo.
La pregunta del millón es, ¿el gobierno nacional se dignará a mirar en este año 2024 a la clake municipal con ojos de “vamos a trabajar juntos por el bien de San Lorenzo”? ¿O será eso de “vamos a boicotear a nuestros rivales políticos correlí municipal y de paso a los ciudadanos que los votaron”? Ministerio de Economía y Finanzas, MOPC, ESSAP, Itaipú, Yacyretá ¿se acordarán de que San Lorenzo existe?
Esperemos que este año sea diferente y que San Lorenzo tenga brillo con dignidad y orgullo.