El enfoque del tratamiento de la obesidad debe ser de por vida, ya que de por sí es considerada una enfermedad crónica y un factor de riesgo para el desarrollo de otras patologías metabólicas como la diabetes, la hipertensión arterial, dislipidemia, entre otras. Así informó el Prof. Dr. Elvio Bueno, coordinador de la Unidad Asistencial del Departamento de Endocrinología y Metabolismo de la FCMUNA y su Hospital de Clínicas.
La obesidad es el exceso de grasa corporal y el sobrepeso es un estadío previo a la misma, destacó el endocrinólogo. En ambos casos el peso es mayor del que se considera normal para la estatura de la persona que tiene esos kilos.
Advirtió que un paciente que está tan sólo un poco excedido de su peso puede presentar muchas complicaciones como la diabetes, triglicéridos altos, hipertensión, por la carga genética en la respuesta del exceso de adiposidad. Igualmente, dijo que existen personas obesas, que tiene 1,60 metros de estatura y 120 kilos, pero no tiene nada en el laboratorio.
Manifestó que una vez que uno llega a un punto de sobrepeso u obesidad el tratamiento no puede ser transitorio. Esto porque cada vez que uno trata de bajar de peso, por una respuesta neuro endocrina uno tiende a entrar a una meseta, después de 10 a 15 por ciento de pérdida de peso, tiene tendencia a volver a subir, por lo que uno nunca se puede descuidar del tratamiento que empezó.
El Dr. Elvio Bueno afirmó que el tratamiento tiene básicamente tres partes iguales. La parte más importante corresponde a la nutricional, que puede ir o no en algún momento determinado ayudado por fármacos que ayuden a superar esa meseta, que el sistema neuroendocrino genera al momento de bajar de peso.
Existen algunos pacientes en los cuales la magnitud del sobrepeso y la obesidad generan trastornos metabólicos adicionales tan severos o la misma obesidad es tan severa. Más aún, teniendo en cuenta que el tratamiento con medicación y con drogas tiene un techo de rendimiento que va alrededor del 15% y máximo hasta el 20 por ciento de pérdida de peso corporal, lo cual para una persona que tiene 95 kg y 1,60 de estatura está bien.
“Está bien en el sentido de que, si uno baja llega a 80 a 75 kilos, todavía va a estar por encima de su peso para su estatura, pero puede ayudarle a resolver gran parte de sus problemas clínicos. Están las personas que tienen 130, 140, 150 kilos, que no va a tener resuelto todos sus problemas y van a continuar los problemas articulares, el reflujo gastroesofágico, la apnea del sueño, las dificultades para movilizarse y para la calidad de vida no es suficiente bajar eso, entonces la cirugía bariátrica es una opción incluso primaria para ese paciente”, resaltó.
También están los pacientes que tienen diabetes que ya tuvieron algún problema cardiovascular, que tienen colesterol y triglicéridos muy altos, que intentaron varias veces bajar de peso, pero que a pesar de que ya se les había dado fármacos no pudieron sostener una pérdida de peso razonable. Explicó que, en estos casos, aunque no tengan un índice de masa corporal excesivo, estos pacientes pueden beneficiarse de la cirugía bariátrica, si tienen muchas enfermedades crónicas y con mucho riesgo de tener problemas de salud cardiovascular.
Afirmó que la bariátrica es la que más ofrece la posibilidad de perder peso y que ayuda por más tiempo a sostener la pérdida del mismo, mucho más que los tratamientos que se centran solamente en dieta y medicación.
Importancia de las porciones
El Prof. Dr. Elvio Bueno, coordinador de la Unidad Asistencial del Departamento de Endocrinología y Metabolismo de la FCMUNA y su Hospital de Clínicas, señaló que a la larga el tratamiento nutricional tiene que ver con un control de las porciones. Explicó que uno puede hacer dieta vegetariana, vegana, hiperproteica, puede tener la composición de macronutrientes que más le guste a uno, pero a la larga lo que en realidad importa es la reducción de las porciones para bajar de peso.
Comentó que cuando uno baja de peso el sistema neuro endocrino anula la capacidad de saciarse. Entonces más allá del estilo de la dieta, cuando hay descenso del peso empieza a comer más, señalando como ejemplo que, aunque uno coma muchas frutas en vez de medialunas igual va a subir del peso si se excede con las mismas, por lo que aquí algunos fármacos le pueden ayudar para tener a raya las porciones.
Destacó que fuera de un plan nutricional no tiene ningún sentido empezar a tomar medicamentos para controlar la ansiedad o el hambre. Agregó que el tamaño de las porciones y la frecuencia de las porciones y la cantidad global de lo que uno come es muy importante.
Dijo que una buena manera de bajar de peso es cambiar completamente la estructura de la alimentación; es decir, en vez de comer milanesa con puré de papa uno puede optar por un grillé con ensalada. Sin embargo, instó a medir incluso la cantidad de ensalada que uno come, por lo que dijo es importante en el proceso ir acostumbrándose a dejar el plato completo y rebosante de ensalada, por uno en el cual ya esté al lado la carne.
Señaló que actualmente existen varios lugares que ofrecen comidas aparentemente saludables o no calóricas, pero que en realidad las del tipo Cesar suelen tener una exageración de condimentos y resultan con un exceso de calorías. Agregó que suelen tener crotones que no son más que pan picado y frito, o pollo empanado tipo milanesa, así como condimentos como salsas, por lo que recomendó preferir una ensalada mixta a la cual se le puede añadir aceite de oliva en cantidad necesaria, vinagre o limón, acompañada de una porción de carne magra.
Comentó que la sociedad estigmatiza a las personas con obesidad y sobrepeso, porque la gente en general considera que es un problema relacionado con la voluntad del paciente. “Se le considera un flojo, una persona que no tiene capacidad de controlar por su propia voluntad su impulso de comer. Esto no es así, no tiene obesidad la persona que quiere tener sino la persona que puede tener, porque primero hay factores genéticos, trae en sus genes la tendencia a la obesidad, puede heredarlo de sus padres”, afirmó.
Atención en la Unidad
La Unidad Asistencial del Departamento de Endocrinología y Metabolismo de la FCMUNA y su Hospital de Clínicas atienden a personas que tienen un índice de obesidad o de masa corporal a partir de 35 kg m2, porque caso contrario no van a dar abasto. Para agendarse de manera presencial se debe acudir al cuarto piso del edificio de internados del hospital, donde está la secretaria del Departamento o de manera virtual escribiendo al Whats App al 0983 617833, en ambos casos de lunes a viernes de 8:00 a 11:00, solamente del 01 al 10 de cada mes.
El doctor Bueno señaló que el endocrinólogo de la Unidad es el que hace evaluación inicial y hace la indicación. “El manejo de la obesidad es amplio. Es el endocrinólogo el que toma la decisión de dónde enviar primariamente al paciente y luego todos necesitan una consulta de salud mental con un psicólogo, que hace consultorio aquí y las nutricionistas que se hacen cargo de la prescripción de la dieta de los pacientes”, acotó.
Fuente: Dpto. de Comunicación Social y Prensa de la FCMUNA