Un total de cinco niños se encuentran internados en el área pediátrica con síntomas compatibles con dengue y chikungunya, informó el Prof. Dr. Ricardo Meza, coordinador médico de la Cátedra y Servicio de Pediatría de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA. Dos se encuentran en la sala de lactantes, contando el más pequeño con menos de 15 días de vida, a la espera de los resultados para confirmar o descartar dichas infecciones arbovirales. Ambos pacientes con síndrome febril, actualmente estables, fuera de riesgo, con la sospecha de padecer arbovirosis, es decir dengue o chikungunya.
En tanto, en sala de medicina interna pediátrica tienen tres pacientes que se encuentran con cuadros febriles, refiriendo los pacientes cefalea y malestar. Incluso uno de ellos, tras presentar signo de alarma, fue ingresado a terapia intensiva de manera preventiva para un mejor monitoreo, donde permaneció por 48 horas, tiempo durante el cual no presentó desmejoría, por lo que de nuevo fue llevado a sala de internados presentando buena evolución.
Recordó que están a la espera de los resultados de los estudios serológicos o por PCR, correspondientes a la familia de los arbovirus como se les conoce a las enfermedades causadas por el mosquito aedes aegypti que son el dengue, chikungunya y zika. Hasta ahora los pacientes internados con síntomas febriles cuentan son sintomatología compatible con dengue o chikunguña, y también se le hizo estudios al entorno epidemiológico familiar y de la zona.
Consulta precoz evita complicaciones
El Prof. Dr. Meza, mencionó que afortunadamente no se registran casos de fallecidos dentro de la sala de pediatría. Sin embargo, el punto primordial radica en la consulta precoz, tal como se había recomendado durante el tiempo de pandemia y epidemia del covid-19 y enfermedades respiratorias.
El médico dijo que es importante recordar que ya estamos ante una situación endémica de dengue y chikungunya, por lo tanto, hay que tener cuidado. Los signos a tener en cuenta son cuadros febriles, sobre todo la aparición súbita, también otros signos de alarma son cefalea, dolores de articulaciones, como también vomito, dolor de estómago, toda circunstancia relacionadas a sangrado como aparición de moretones (petequias o púrpuras), o aparición de placas con hematomas, sangrados nasales, de encías.
Destacó la importancia de la consulta precoz para también la actuación precoz, en cuanto al rescate del paciente con signos de alarma como deshidratación por el riesgo del choque que pudiera existir en cuanto a la pérdida de fluido y la reposición de los mismos es mandatoria. Añadió que caso contrario el paciente afectado por la deshidratación entra en choque grave de difícil recuperación muchas veces y eso puede provocar la muerte, al igual que los sangrados.
Sin criaderos no hay mosquitos
El Aedes aegypti habita cualquier área poblacional, donde hay agua estancada que puede ser en cualquier recipiente e incluso en aguas recreativas no tratadas adecuadamente, además de yuyales porque en una hoja puede quedarse agua. El contagio se da a través del mosquito que pica a un humano enfermo y lo transmite a otro sano.
Por ello recomendó a la población mantener libre de potenciales criaderos sus patios, realizando también la buena disposición de la basura, en el caso de botellas ponerlas boca abajo. Advirtió que a los niños menores de un año no se le puede aplicar cualquier repelente porque puede resultar tóxico o causar dermatitis, atendiendo a que la piel es un órgano de absorción directa, por lo que instó a los padres a consultar con un dermatólogo.
Respecto al uso de espirales tradicionales desaconsejó su uso en ambientes cerrados. Sobre las pastillas mata mosquitos recomienda conectar el aparato 20 a 30 minutos antes de entrar al ambiente cerrado, porque pueden volverse tóxicos y tener en cuenta que pueden producir accidentes como cortocircuitos si permanecen mucho tiempo enchufados.
En cuanto a las personas que tienen dengue o chikungunya, dijo que deben guardar reposo, utilizar el mosquitero para evitar contagiar a otros, y acudir al médico si existen signos de alarma como vómitos, diarrea y dolor de estómago. Otros a tener en cuenta son sangrados activos que pueden ser por encías, a través de moretones o placas en la piel, pequeños derrames oculares, circunstancias asociadas a mareo, y malestar general, que deben motivar la consulta inmediata y muchas veces internación para evitar complicaciones que requieran el ingreso a la terapia intensiva que además puede costar la vida del paciente.
Fuente: Dpto. de Comunicación de la FCMUNA