La preparación del pesebre es una actividad de gran importancia para gran mayoría de familias cristianas en todo el mundo. A través del pesebre, el grupo familiar contempla la esencia del amor representada por la Sagrada Familia (José y María junto al Niño Dios) en un establo acompañados por el calor de unos animales y varios pastores:
Jesús, José y María no necesitaron mayores comodidades que la de un establo para entregarse al mundo, y es ese ejemplo de sencillez y austeridad el que debemos imitar para celebrar la Navidad.
¿QUE SIGNIFICADO TIENE CADA UNO DE LOS ELEMENTOS DEL PESEBRE?
Choza: Representa sencillez y humildad.
José: Hombre que inspira obediencia y fortaleza.
María: Representa la fidelidad y el amor a Dios, mujer compresiva y bondadosa.
El niño Jesús: Guía espiritual, que se aloja en el corazón del hombre para transmitirle su amor al mundo.
Buey: Su misión era mantener caliente con su aliento, la cuna del niño Jesús. Sirve como ejemplo a los hombres, para que mantengan en sus hogares un ambiente cálido y amoroso.
Burro: Animal más humilde de la creación, motivo por el cual fue el elegido para acompañar a María y estar en el pesebre.
El ángel: Simboliza la bondad, el amor y la misericordia.
Tres reyes magos: A través de sus obsequios (oro, incienso y mirra), le muestran a Jesús su naturaleza real, divina, así como su sufrimiento y muerte.
Pastores: Representan la humildad, sencillez, servicio, ayuda y alegría de los humanos que cuidan con amor a su rebaño.
Ovejas: Significan obediencia y docilidad, inspiran confianza.
Musgo: Hierba que deja pisarse por todos los pies, sin importar su clase o posición.
Estrella: Significa renovación. Representa la luz inagotable y refrescante que disipa las tinieblas para darnos esperanza.