Trabajó con grandes artistas como José Olite, Nizugan y Cachito, Los Compadres y otros. Tiene 60 años de carrera como mago y prestidigitador
Luis Francisco Aquino Ortega, más conocido como “El Mago Li Fu Chang”, nació el 4 de octubre de 1937 en la Compañía Costa Pukú, Caacupé. Desde hace décadas, reside en el barrio San José de San Lorenzo, donde lo visitamos para conocer su historia como prestidigitador e ilusionista, una trayectoria que abarca 60 años de “engaños honestos”, como él mismo los describe. Li Fu Chang es padre de 19 hijos y está casado con Elvira López Cardozo, docente y licenciada en pedagogía.
Una figura emblemática del ilusionismo
Li Fu Chang ha sido una de las figuras más destacadas de la magia en Paraguay, con presentaciones que también lo llevaron a escenarios internacionales. En esta entrevista, además de relatar su vida, dejó una anécdota sobre políticos que lo visitaron alguna vez:
“Locura de muchos, beneficios de pocos. Ustedes saben muy bien que falsean; son mejores prestidigitadores que yo”, comentó con humor y crítica.
Orígenes y sentido del humor
El mago compartió que es posiblemente descendiente de los primeros pobladores de Caacupé y no perdió la oportunidad de hablar de su edad con una chispa de humor:
«Nací el 4 de octubre de 1937 en Costa Pukú. Los Ortega somos avá y probablemente los primeros pobladores de Caacupé. Acabo de cumplir 85 años y creo que ya tengo la enfermedad incurable: la vejez. Estoy a un paso de la muerte, pero no tengo apuro.»
El arte y los salesianos
Li Fu Chang asegura que su inclinación por el arte se originó en su formación salesiana, donde el arte, los juegos y el humor eran parte de las actividades culturales:
«Fui exalumno salesiano. Los jueves eran días dedicados al arte y desde entonces me incliné por animar eventos y ponerle humor a todo.»
El origen del nombre artístico
El nombre “Li Fu Chang” responde a una tradición entre magos de adoptar nombres de origen chino, en homenaje a los pioneros de este arte:
«Casi todos los magos eligen nombres así. Los chinos fueron los primeros en practicar la magia como la conocemos hoy.»
Cerca de la vocación sacerdotal
Antes de dedicarse al ilusionismo, Li Fu Chang exploró la vocación sacerdotal, pero un giro en su vida lo llevó al servicio militar y posteriormente a Estados Unidos, donde profundizó en el arte de la magia. Más tarde, en Argentina, se unió a la Entidad Mágica Argentina, consolidando su carrera.
Trayectoria internacional y anécdotas inolvidables
El arte de Li Fu Chang lo llevó a países como Estados Unidos y Alaska, donde vivió cinco años. Su carrera está llena de anécdotas, como aquella vez que actuó en un cumpleaños equivocado o cuando llegó un día tarde a una presentación y tuvo que caminar varios kilómetros de regreso porque no tenía para el pasaje.
Arte en hierro y un Ford Maverick emblemático
Además de la magia, Li Fu Chang heredó de su padre la pasión por trabajar el hierro, creando diversas obras artísticas. También recordó con cariño su Ford Maverick, un vehículo modificado que representaba su lema de “vivir con el arte”.
Un libro en camino
El mago adelantó que está trabajando en un libro donde compartirá su trayectoria y las innumerables anécdotas de sus 60 años de carrera: “Quiero dejar algo para que la gente conozca lo que he vivido y cómo el arte me acompañó siempre.”
Con su carisma y talento, Li Fu Chang sigue siendo un ejemplo de cómo el arte transforma vidas y trasciende generaciones.