Los miembros de la Junta Municipal de San Lorenzo están revisando la ordenanza 19/2001 que regula la emisión de ruidos en la ciudad, esto, es para ajustar (según dicen) a lo que es la Ley 6390/2020 que regula la emisión de ruidos en todo el territorio nacional. Lo raro es que los ediles recién se acordaron de ajustar la reglamentación local luego de que un grupo de vecinos de los bares ubicados en la esquina de la avenida Defensores del Chaco y Fortín Arce, se organizaron para exigir a las autoridades hagan cumplir las ordenanzas vigentes, que supuestamente están para brindar a la población una mejor calidad de vida en cuanto a polución sonora se refiere.
Es bueno aclarar que la ley mencionada más arriba en su artículo 4 “da potestad a las autoridades municipales para que velen por la aplicación de dicha normativa nacional, además de ejercer los deberes y atribuciones”. De modo que se debe decir que, en realidad, son las autoridades municipales quienes deben establecer entre otras cosas los parámetros de los decibeles de sonidos permitidos y no permitidos, además de establecer sanciones.
Entre los 16 artículos que tiene la Ordenanza 19/2001 -que los ediles quieren modificar- está el artículo Nº 12 que en el inciso “A” dice: “Se considerarán ruidos y sonidos molestos a los que sobrepasen los niveles promedio”, para zonas de áreas residenciales, vía pública, espacios públicos y de esparcimiento será hasta los 45 decibles para horario nocturno y madrugada (20:00 a 07:00 horas). Luego para horario matinal, tarde y parte de la noche (07:00 a 20:00 horas) hasta 60 decibeles. Y el máximo decibel permitido es de 80, pero esto en horario pico ocasional (07:00 a 12:00 y 14:00 a 19:00 horas).
Cabe acotar que, en América del Sur, lo más recientemente ratificado en cuanto a máximo decibel permitido en áreas residenciales es Chile, que sigue validando el Decreto Supremo Nº 38/2011 por estar en línea con la recomendación de la propia Organización Mundial de la Salud y normas en otros países. La reglamentación chilena –validada una vez más en marzo de este año- establece que, en áreas residenciales, vía pública, espacios públicos y de esparcimiento están en los 45 decibles (horario nocturno y madrugada 21:00 a 07:00 horas). Y para diurno (07:00 a 21:00 horas) 55 decibeles. Se resalta aquí que Chile, junto a otros 38 países de diferentes continentes es parte de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), y la normativa sobre los decibeles está dentro de los límites de ruidos de varios países, incluso de algunos considerados industrializados.
Lo bueno que se debe recalcar también es el reclamo pacífico que los vecinos de los mencionados bares vienen realizando desde un tiempo atrás, y que no se quedan en los reclamos, sino que le dan seguimiento y llegan a las autoridades respectivas donde explican con fundamentos válidos y hasta hacen llegar propuestas a través de ejemplos de otros países.
De la misma manera, se debe destacar la muy buena actuación de la jefatura de la Comisaría Primera de San Lorenzo, a cargo del comisario Alcides Torres, que, en este caso puntual de los tres bares, no solo dieron seguimiento a las intervenciones, ya que según dijo en reunión mantenida entre vecinos y concejales, todo lo actuado durante las intervenciones pasó al Ministerio Público.
Vale aclarar que la regulación de ruidos no sólo involucra en los alrededores de los bares; La Pachanga, Territorio Chopp y Puerto Chopp, sino en los 54 barrios que componen nuestro municipio, por lo tanto, los 12 concejales de la ciudad deben entender que la ley 6390/2020 les da potestad para reglamentar los decibeles, pero no para ATENTAR contra la salud auditiva de sus patrones, la ciudadanía.
No es nada nuevo decir que últimamente de la escala de subidas ya estamos hasta la coronilla en todo el país, ya que subieron los pasajes, los panificados, la carne y los combustibles, en cuanto a los decibeles, si los concejales son realmente representantes del pueblo, deberían darnos un respiro evitando subir los decibles permitidos, ya que nada pueden hacer en cuanto a los aumentos de elementos citados más arriba, aunque en el caso de ruidos será por el bien de la salud de sus conciudadanos.
Otro punto no menos importante es que son varias las autoridades de otros municipios del país que están expectantes al resultado de la ordenanza a ser emitida en San Lorenzo del Campo Grande, así que honremos con el buen ejemplo, ser el referente de otras ciudades hermanas del país.
Daniel Vargas Telles