El asma alérgica, o asma inducida por alergia, es un tipo de afección desencadenada en personas con esta condición, afectando principalmente a niños. En ese contexto, el Prof. Dr. Ricardo Meza, jefe de Sala de la Cátedra y Servicio de Pediatría del Hospital de Clínicas de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA, apuntó a la prevención y a los cuidados, atendiendo a los cambios climáticos y de temperatura en nuestro país, provocando variabilidad no solo en el clima, sino también en las vías respiratorias.
“El frío, además de tener otros componentes como el viento, llovizna, humedad, genera comportamientos irritativos sobre la vía aérea, lo cual provoca alteraciones en la dinámica respiratoria en el adulto, pero principalmente en niños. La enfermedad asmática es una enfermedad de componente inflamatorio, frecuentemente asociada a algún tipo de alergia, y ese componente inflamatorio tiene que ver con síntomas muy puntuales como la tos, la dificultad respiratoria, las sibilancias o chillido de pecho; y en relación a esto, el frío se comporta de una manera tal, que aumenta la secreción o el moco, asimismo la sequedad de la vía aérea, y por lo tanto la inflamación y todo esto se traduce en la enfermedad, que además podemos asociar a la alta circulación de virus respiratorios que estamos teniendo, y a los meses sin lluvia que nos mantiene en un ambiente de sequía”, expresó.
El especialista refirió que la enfermedad asmática afecta fundamentalmente a los bronquios, causando los síntomas respiratorios y estos a su vez también tienen repercusiones en cuanto a la funcionalidad del niño en el ambiente escolar, en las actividades diarias, y a los padres en el ámbito laboral.
Factores predisponentes
El asma es una enfermedad que guarda relación con sustancias alergénicas, que generalmente son del medio ambiente, como por ejemplo el polvo doméstico, los ácaros, los pelos de ciertos animales como el gato o el perro, y de sustancias que pudieran ser dispersas dentro del medio ambiente y que actúan como irritantes, como los aerosoles, el humo, las sequías mismas, entre otros factores.
“Dentro de una casa que habitualmente está cerrada y que no tiene buena ventilación pueden existir factores desencadenantes como por ejemplo hongos o mohos que se quedan impregnados por las paredes en los lugares más húmedos y poco ventilados, donde se pueden dispersar en forma de inhalantes, y eso se respira pudiendo provocar sensibilidad de tipo alérgica”, explayó.
El Prof. Meza indicó que el asma también puede tener un factor condicionante y estar asociado a las enfermedades pulmonares causadas por las infecciones como la bronquitis, la sinusitis, las neumonías, que son complicaciones prevenibles con un esquema de vacunación completa; pero inevitable por el ambiente de concurrencia como guarderías, escuela o colegio, que hace que esto sea más rápidamente circulable y contagioso, volviéndolo más propenso a las manifestaciones de la enfermedad. “De por si el asmático ya tiene una condición respiratoria con la cual va a tener que convivir, que si nosotros no tenemos los cuidados pertinentes podemos llevar a complicaciones”.
Cuidados y recomendaciones
Es fundamental mantener sobre todo una buena higiene hogareña. Se debe tener en cuenta que no es conveniente que niños o personas que padecen de este tipo de enfermedades convivan con peluches, cortinas, alfombras, sobre todo de telas que son felpudas, muy peludas.
“En todo caso se debe optar por materiales que sean más de tipo algodón, de escaso pelo, productos anti ácaros; mantener una higiene frecuente del ambiente; eliminar polvos con paño húmedo, limpiar cuando las personas alérgicas no se encuentren en la casa; mantener la casa ventilada, es necesario hacer correr el aire; evitar los utensilios como braseros, que expulsan monóxido de carbono, altamente tóxico para la salud; mantener una temperatura ambiente regulada de 23 a 24 grados centígrados; en cuanto a los aires acondicionados controlar el mantenimiento de sus filtros, que en el momento de utilizarlo pueden liberar polvo, pelos y demás, y esto puede provocar enfermedades graves con compromiso vital; debemos tener muy en cuenta que por una cuestión de limpieza e higiene que se puede prevenir, sufrimos consecuencias desde el punto de vista de la salud”, argumentó.
El asma es una enfermedad tratable y controlable, puntualizó el médico, pero remarcó que es importante mantener las medidas de seguridad y de higiene, y si es necesario utilizar la mascarilla o tapaboca, mantener el esquema de vacunación del niño al día, y otras dosis determinadas que se aconsejan, a fin de que las manifestaciones de la enfermedad y complicaciones disminuyan.
La Unidad de Pediatría del Hospital de Clínicas cuenta con especialistas alergólogos, que atienden de lunes a sábados, previo agendamiento en ventanilla de UPA, y consulta con el pediatra clínico, quien evaluará primeramente al paciente y realizará la derivación correspondiente.
Fuente: Dpto. de Comunicación Social de la FCM-UNA