Un estudio realizado a unos 15 mil perros concluyó que, al igual que los humanos, estos animales pueden desarrollar demencia a mayor edad, sin embargo, aquellos canes que tenían actividad física diaria eran menos susceptibles a tener degeneración neuronal. La investigación también determinó cuáles son las conductas de un perro con esta enfermedad.
Un estudio realizado a más de 15 mil perros en Estados Unidos descubrió las primeras señales y causas de la demencia canina, enfermedad neurodegenerativa similar al Alzheimer que sufren los humanos.
La investigación realizada con mascotas del Dog Aging Project analizó a mascotas de ocho tipos de razas, con y sin enfermedades informadas, y de todos los rangos etarios de acuerdo a su esperanza de vida.
El estudio, publicado en la revista Nature, se encargó de aplicar una encuesta a los dueños y responsables de estas mascotas, mediante la cual evaluaban el comportamiento de los canes.
Este análisis, además de resolver cuál es el factor preponderante de que un perro pueda tener demencia, también logró especificar conductas y señales de que podrían desarrollarla.
Causantes de demencia canina
De manera similar a como ocurre en los humanos, los perros de mayor edad tenían mayor posibilidad de sufrir demencia, un 70% más de probabilidad cada año.
Sin embargo, al comparar el nivel de degeneración neuronal con el de actividad física que realizaban los animales, se encontraron estadísticas inversas, es decir, mientras más ejercicio realizaban las mascotas, menor nivel de demencia.
“Las probabilidades de demencia canina fueron 6,47 veces mayores en perros que no eran activos en comparación con los que eran muy activos”, apuntó el estudio.
En segundo lugar, los canes más propensos a desarrollar esta condición eran aquellos que tenían “antecedentes de trastornos neurológicos, oculares u auditivos”, detallaron los autores.
Señales de demencia en perros
A partir de este último factor descubierto, los investigadores consultaron a los criadores por ciertas conductas relacionadas con los estímulos ambientales que tuvieran sus mascotas.
Algunas de ellas eran la frecuencia en la que los perros chocaban con paredes o puertas teniendo un andar lento, si tenían problemas para encontrar la comida o juguetes que se habían caído al suelo y que tan recurrente era que la mascota quedara atrapada detrás de muebles o no pudiera salir del lugar caminando en reversa.
La encuesta concluyó que los perros que tenían estas conductas con frecuencia, tenían mayor probabilidad de estar sufriendo demencia, ya que podían estar desarrollando degeneración neuronal provocada por enfermedades que inhibieran sus sentidos de profundidad y orientación -las cuales suelen estar asociadas con la edad- o por falta de estimulación ambiental.
Además, el estudio también dedujo que los animales con demencia canina podían desarrollar síndrome del ocaso o sundowning, es decir, sentían ansiedad o tristeza al notar que llegaba el final del día.
Fuente: biobiochile.cl