El Dpto. de Gastroenterología y Endoscopía Digestiva de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA, a través del área de Hepatología, registra gran porcentaje de pacientes con cirrosis hepáticas y otras enfermedades, entre las que figuran el hígado graso, hepatitis autoinmune y hepatitis viral.
“La patología que más refiere consultas en el área de hepatología, es la cirrosis hepática. Además de otras patologías que no están en estadio cirrótico y que se pueden tratar para evitar llegar a la cirrosis”, mencionó el Prof. Dr. Marcos Gírala, Hepatólogo del Dpto. de Gastroenterología y Endoscopía Digestiva.
Señaló que en el año 2019, las estadísticas del área refirieron que el 50% de los pacientes cirróticos fueron a consecuencia del consumo de alcohol; el 20% por hepatitis autoinmune, el otro 20% fueron de pacientes con hígado graso que evolucionaron a la cirrosis. En tanto, el porcentaje restante fue una mezcla de hepatitis virales y otras causas.
Hígado Graso
El docente explicó que el hígado graso es la consecuencia de un estado general que la persona pasa, sea por sobrepeso, falta de ejercicios físicos, grasa abdominal, colesterol, triglicérido, glicemia, presión arterial. Como efecto de todos esos elementos el paciente termina acumulando grasa en el hígado. El hígado graso se convirtió en una de las principales causas de cirrosis en los países desarrollados, donde hay muchos problemas de obesidad; los virus tienen tratamientos, pero el hígado graso no.
“La grasa en el hígado puede ser inofensiva y servir de aviso de que ese paciente puede estar en riesgo de tener un infarto o un problema vascular, porque todos estos factores llevan también a problemas cardiovasculares. En otros, en menor porcentaje, la grasa puede comportarse de una manera agresiva para el hígado y generar una cirrosis hepática muy parecida a la que tiene el que ingiere mucho alcohol, o el que tiene hepatitis autoinmune o hepatitis viral”.
El profesional refirió que a lo largo de estos últimos años se fueron dando cada vez más cambio con el estilo de vida. Cada vez más personas sedentarias que terminaron cursando epidemia de obesidad, epidemia de diabetes y a esas dos epidemias acompaña la epidemia del hígado graso. El hígado graso no tiene síntomas, sino son estos factores de riesgos los que se deben tener en cuenta.
“Indistintamente hoy día el hígado graso es la patología más frecuente en niños y adultos en el mundo occidental, y se estima que una de cada tres personas en el mundo occidental tiene hígado graso, es realmente una epidemia”, explayó.
La mayoría de los pacientes que no se cuidan, más que dañarse el hígado, tienen probabilidad de dañarse el aparato cardiovascular, las arterias, el corazón. Es mucho más frecuente que una persona con hígado graso tenga un infarto a que tenga cirrosis, un ACV a que tenga cirrosis.
Cabe mencionar que los consultorios de Gastroenterología y Endoscopía Digestiva, atienden previo agendamiento, que se da directamente, de manera presencial, en secretaría del departamento.
Fuente: Dpto. de Comunicación Social de la FCM-UNA