Las varices tienen una predisposición genética que aparece con mayor frecuencia en las mujeres, a partir de los 20 y 40 años, siendo la predominancia bien notoria a diferencia de los hombres.
Son dilataciones venosas generalmente localizadas en miembros inferiores, existen diferentes tipos, como las venas gruesas que son las várices tronculares, al igual que las denominadas telangiectasias o arañitas.
El Prof. Dr. Jorge Ruíz Díaz, especialista vascular y en flebología de la II Cátedra de Clínica Quirúrgica del Hospital de Clínicas de la FCM-UNA, explicó que, al igual que el factor hereditario, existen otros que pueden desarrollar esta patología, como la obesidad, llevar una vida sedentaria, problemas hormonales, el embarazo y ciertas profesiones en las cuales se debe estar mucho tiempo de pie favoreciendo a la aparición de estas lesiones.
“El tratamiento debe ser preventivo para aquellas personas con predisposición genética, evitar el sedentarismo, realizando ejercicios que ayuden a la circulación de la zona afectada”, acotó.
Por otra parte, resaltó que otros métodos aplicados al tratamiento son la utilización de medias de compresión graduadas, las cuales ejercen diferentes niveles de presión, comprimiendo más fuerte en ciertas zonas, también para ciertos casos son prescriptos el uso de fármacos vía oral, al igual que la escleroterapia para las arañitas y venas verdes subcutáneas.
Finalmente mencionó que las várices pueden causar una sensación de pesadez y molestias en las pantorrillas y plantas de los pies, es por eso que llevando un estilo de vida saludable y ante la aparición de las mismas se debe acudir hasta los profesionales flebólogos.
Fuente: Dpto. de Comunicación