LAS COMPUTADORAS FANTASMAS
Increíblemente, el poder legislativo de nuestra ciudad se encuentra funcionando a medias por falta de equipamiento. Ocurre que tras el cambio de gobierno municipal la muy honorable junta parece haberse quedado sin computadoras. Eso se deriva del hecho que los nuevos concejales han tenido que llevar sus máquinas al tercer piso.
Hasta donde sabemos los nuevos inquilinos encontraron las oficinas peladas con algúna que otra silla enclenque y algún escritorio tembleque, pero equipos… ¡nakore!. ¿Qué raro no? Porque aún tenemos fresco en la memoria el tremendo gasto que se mandó el ex presidente cuando compró 12 NOTEBOOK de alta gama super equipadas y CARAS…
Ahora las 12 computadoras de marca no aparecen ni para la foto. Los viejos inquilinos nunca parecen usarlas, los que se fueron (se fueron calladitos) y los nuevos no recibieron ni siquiera una vieja olivetti con carbónicos. ¿Hasta eso se han robado? Las cosas que se compran con dinero público municipal son parte del patrimonio municipal.
¿Qué opinará al respecto el nuevo director de patrimonio municipal? ¿Será que nadie tiene los teléfonos de los ex inquilinos para hacerles una llamadita amistosa y que devuelvan las cosas ajenas? Sobre esas computadoras hay mucho más para contar, pero dejaremos lo más fuerte para la próxima sesión de mbeguemi (Ni saben lo que se viene).
LAS MUÑECAS BRAVAS DE LA SALUD
Suena y resuena nuestro Policlínico Municipal. Lamentablemente no suena nada bien, las funcionarias reclaman una total falta de control por parte de las autoridades, y en especial se quejan de la prepotencia y mal trato proveniente de Lourdes Romero. Dicen que la dama en cuestión considera al hospital “como una municipalidad aparte”.
Hacen falta más visitas de parte del intendente y de cierta concejala (nueva) porque parecen ser los únicos que ponen orden en el lugar. Bueno, al menos mientras ellos andan por el hospital “todas las chicas se portan bien”, pero en cuanto se va el gato… vuelven a aparecer los ratones por todas partes. ¿Será posible?.
LA DESESPERACIÓN DE LAS RATAS
Antiguamente se creía que las ratas abandonaban el barco cuando se hundía, pero eso es pura mentira: en San Lorenzo, el barco se fue a pique y, cuando las nuevas autoridades empezaron a reflotarlo… las ratas seguían adentro. Todas las ratas. Todas bien alimentadas y con excelente salud. Quizás no pudieron salir de tanto equipaje.
Pero aún a las ratas recaudadoras (que son mitad rata y mitad piraña) se les puede controlar había sido. No hay peor veneno que el simple hecho que los controlen. El ojo del jefe les incomoda demasiado. Y si el jefe es honesto, su mirada los congela, los acobarda, hasta los paraliza. Ni mapex, ni baygon, ni una docena de gatos los aterra tanto como el control.
Como decía el sabio Moisés Bertóni “para los animales lo mejor es el ambiente”. Y ahora que el ambiente Ferrer se está terminando, y que el ambiente Kiñokis se está fumigando… los fateros quedan sin posibilidad de seguir robando. Varios ya no están y a los demás -y a los nuevos- se les controla incluso por cronómetro: por minuto y por segundo.
El nuevo director de recaudación anota todo, hora de salida y vuelta, además pide que se le entreguen resultados que quedan como documentos. Se acabaron los tiempos de los chicos malos (con el jorobado a la cabeza) y se acabaron también los tiempos de aldo rikacho… épocas funestas en las que el funcionario salía a robar para la sucia corona.
¡CARAMBA!… ¡TENEMOS CALLES!
Hay que sacarse el sombrero y reconocer cuando una autoridad hace las cosas bien: y el simple hecho de haber tapado la mayoría de los agujeros que había en nuestras calles ya es un gran mérito. Bien pensado, bien calculado. Nuestro joven intendente entendió que el problema de los baches es el mayor dolor de barriga de la ciudadanía.
Sabiendo eso, invirtió en un equipo vial que sale a las calles a solucionar problemas. Y hay que reconocer que este equipo juega mucho mejor (aun cuando recién está empezando el partido). De todos modos gran diferencia hay entre un administrador que invierte en equipos y trabajo con otros que invertían en empresas de maletín.
De todos modos, se vienen los días de lluvia en esta parte del mundo: lluvia, calor, lluvia y calor. Y sabemos que no hay asfaltos que soporten por mucho tiempo el embate de los raudales. A menos, claro, que ya estén previendo desagües sub viales, alcantarillados y canalizaciones que se hagan cargo de las complicadas aguas pluviales de la ciudad.
Lo destacable, insistimos, es que un buen estadista –con visión de futuro- invierte sus recursos en el municipio, usa y capacita a su gente, cuenta con máquinaria y equipo y siempre tiene a mano y bajo control las soluciones que la ciudad requiere. Los famosos tercerizadores son los que se valen de la necesidad pública… para su propio beneficio.
Una municipalidad que compra equipos de buena calidad, que capacita a sus funcionarios para operarlos, mantenerlos, repararlos y saber usarlos correctamente, presta al pueblo un servicio que nace de los impuestos. Solo gastan en insumos y en salarios… la municipalidad no gana plata porque trabaja al costo.
Los terceros usan la plata del pueblo para equiparse, ganan dinero encima, pueden hacer bien o mal el trabajo, meten el cheque en su cuenta, reparten las propinas y se van a joder a otro. Y a la semana siguiente: San Lorenzo vuelve a tener los baches que tapó, vuelve a tener los yuyales que (dicen que) se cortaron y vuelve a tener basuras.
Ya es hora que el GRAN SAN LORENZO se ponga los pantalones largos.
¿Camposanto o campo-chancho?
Pero no todas las noticias son buenas en la santa y universitaria ciudad. Pese a los logros del joven intendente… allá en la República Independiente del Cementerio, la faraóna Olga González continúa excavando agujeros por todas partes. No es que ella quiera que la gente se muera (¡Noooo!) pero resulta que con cada muertito viene un tesorito…
La cosa es fácil: se hace un pozo y se espera un rato. La gente se muere por muchas cosas hoy en día, y la faraóna tiene la licencia exclusiva para los pozos. Y pensar que algunos jeques árabes se preocupan porque baja el precio del petróleo… en cambio el negocio del camposanto siempre se cotiza en alza. Y siempre hay lugar para uno más.
Hay veces que, al cavar un agujero, los muchachos no se dan cuenta que están en una Plaza Pública ¿y qué? Igual nomás. Otras veces hacen un pozo donde ya había otro inquilino ¿y qué? Pongan a un costado y tapen pa’ que no se vea. Y si hay que poner tumbas en las veredas, sobre los árboles, en el arroyo, o en el estadio del rayadito…
¡Igual nomás! Lo importante es seguir juntando plata antes que se les acabe la joda.
Mientras tanto, se puede encontrar mejor organización en un chiquero de chanchos que en el camposanto de Ña Olga. Claro que hay una gran diferencia: en el primer caso los chanchos no pueden decir nada, porque los hacen butifarra. Pero en el segundo caso… los chanchos son los que están a cargo del poder. ¡Camposanto no es campo- chancho!
LA CUCARACHA, LA CUCARACHA, YA NO PUEDE CAMINAR…
¿Se acuerdan la vieja canción de “La cucaracha”? Fue un famoso corrido mexicano que se puso de moda durante una revolución del siglo 19. Bueno, parece que esa musiquita se viene escuchando últimamente en el tercer cielo, donde la vieja máquina aplanadora no arranca, no funciona… y parece que no la pueden arreglar. ¿Qué estará pasando?
Mientras lilito apreta el botón de arranque, el pulpito odix controla que no falte combustible, cocinero le da manija (¡mucha manija!)… pero ni siquiera un poquito de humo sale del escape. ¡La aplanadora no quiere arrancar! Ni siquiera patotero (que es capáz de resucitar cualquier chatarra prehistórica) consigue descubrir el problema.
Y no hay caso con la maquina ¡No arranca, ni aunque el cabezón, ña porita y hasta kiñokis estén empujando para ver si vuelve a arrancar. No hay caso, parece. Tal vez el problema es que semejante maquinón tragaplata necesita de 12 pistones para funcionar. Y hay datos de que hasta con 9 y 10 pistones pudo funcionar bastante bien. Pero parece que con solo seis pistones jamás van a poder poner en marcha a la vieja aplanadora azulgrana. ¡Qué tristeza para los muchachos de la Santa Corrupción!
¡Como se hace sentir la ausencia de algunos viejos engranajes de aquel viejo motor! ¡Neryto, Alfredito, Silvita, Ovidito! ¡Como los extrañan en el tercer cielo! Estos nuevos inquilinos no quieren saber nada de nego$ios lucrativo$… ¡y así no se puede más vivir!
(Post data: chicos… si no van a regresar por la muni, al menos devuelvan las notebooks).
Y el pueblo de San Lorenzo canta feliz:
La cucaracha, la cucaracha,
ya no puede caminar…
porque no tiene, porque le faltan,
otras seis patitas mas…
EL ÚLTIMO ESTOFADO DE COCINERO
Ahora que hay ojos por todas partes, ahora que el “dire” de recaudaciones es muy estricto, ahora que el nuevo intendente –parece- que no quiere jodas, ahora que los boludos de la prensa están más hincha pelotas que nunca… ya no se puede salir a las calles a coimear como antes. ¡cáspita! ¿Y de que van a vivir los políticos ricachones?
Ya no es como antes que se le mandaba a papi largo a extorsionar a la gente. Ni siquiera como en los gloriosos tiempos en que aldo rikacho ordeñaba a los comerciantes y a las vaquitas tragamonedas. ¡Nada! ¡Ahora hay controles por todas partes! ¡Cualquiera te graba, cualquiera te filma y cualquiera te denuncia! Se acabó la buena vida señores…
Y bueno habrá que hacer como con la “ley seca” cuando la maffia no pudo más con el contrabando de bebidas alcohólicas, pusieron a un mafioso como legislador y el muy pistolero… legalizó todo el chupi. Total, los únicos que tenían la plata y la estructura para llevar adelante el negocio eran los mismos contrabandistas, gangsters y criminales.
Cuando la mafia llega al punto de tener plata, estructura, poder e impunidad (todo junto), y además tiene a su gente en el poder. Entonces, lo ilegal debe legalizarse para que ellos sean los únicos dueños legales. Es mucho mejor robar con la ley que robar fuera de la ley. Parece que algunos de nuestros “hombres” aprendieron algo de otros.
Tal vez sea por eso que el sumo sacerdote de la gastronomía legislativa sanlorenzana -de pronto- como si hubiera tenido una epifanía, predica y pontifica para que se legalice definitivamente el sucio negocio de los tragamonedas en nuestra ciudad. Este hecho, ya lo habíamos previsto hace más de un año, en varias de nuestra páginas de mbeguemi.
Y no es que seamos profetas, no. Lo que pasa es que la ambición es como un combustible, y si algo prende para un corrupto, basta con agregarle ambición e impunidad para que el fuego vaya creciendo de forma esponencial. Y es algo que veíamos venir con cierto grupito de personas que, hasta hace poco estaban bajo la batuta del cocinero.
Lo grave es que se pretende dar “arco libre” a los “inversionistas” y “comerciantes” que quieran abrir salones con un mínimo de 10 máquinas. ¿Dónde? En cualquier parte. O mejor dicho: en todas partes. Basta de venta de yuyos, zapaterías, verdulerías, panaderías, almacenes… ahora el futuro son los salones de máquinas tragamonedas.
Hasta manejan las regalías y privilegios para los “industriales” y “empresarios tecnológicos”, que van a fabricar miles de estas máquinas, para inundar toda la ciudad de San Lorenzo de vicio, de adicción al juego y de toda la degradación humana que de ello se deriva. Sepan señores concejales que EL JUEGO ES UNA DROGA MUY ADICTIVA.
No solo se planea legalizar la droga lúdica, sino que ya se está invirtiendo en su futura fabricación para diseminarla por toda la ciudad. La rentabilidad de un acto malvado es lo que reduce la conciencia del hombre… y aquí, evidentemente, nuestros legisladores tienen más amor por el dinero que esas máquinas le tragan al pobre, que por el mismo pobre al que estarán encadenando al vicio.
¿Quieren apostar? Pronto tendremos máquinas tragamonedas en:
- Las salas de espera de los hospitales (máquinas pro-consejo local de salud),
- En las escuelas (máquinas pro merienda escolar y máquinas pro fonacide),
- En las plazas públicas (máquinas pro ciclovía y pro canchita sintética),
- En el polideportivo (máquinas pro arreglo del estadio),
- En pabellón de contingencia (máquinas pro camas UTI desaparecidas),
- En las cooperativas (máquinas pro fondo de solidaridad),
- En la entrada de la Municipalidad (máquinas pro sueldo de aseo urbano).