A una semana de que el ex concejal Nery Quiñonez asumió como intendente interino de la Municipalidad de San Lorenzo, aún no informaron sobre la verdadera situación financiera dejada por el ex intendente Alcibíades Quiñonez. En honor a la transparencia tanto el intendente como los concejales deben mostrar absolutamente todo, al menos si no hubo algún acuerdo “extra” que pudo haberse dado en éstos últimos días con el que se fue, además los contribuyentes tienen el derecho de conocer a profundidad en qué situación está la caja municipal.
Ciertamente un corte administrativo es casi de rutina cuando hay cambio de mando en las instituciones públicas, sin embargo, atendiendo las muchas denuncias de posibles graves irregularidades que habrían sido cometidas por Alcibíades Quiñonez, que configurarían delito de lesión de confianza, y otros contra el erario público sanlorenzano, no se puede mantener en secreto los números y los documentos – maquillados o no – que pudo haber dejado el ex intendente para luego renunciar al cargo.
Todo se debe trasparentar, así por ejemplo cuánto dinero quedó en las varias cuentas bancarias que la municipalidad tiene en distintos bancos, ejecución presupuestaria y los documentos respaldatorios, además de situaciones de deudas contraídas vía préstamo y deudas a proveedores y empresas que tienen contrato con la municipalidad.
Si se mantiene el silencio en este caso puntual de lo dejado por el ex intendente, los contribuyentes sanlorenzanos tendrán toda la libertad para sospechar que durante los ocho días que pasaron de la renuncia, aparte de la repartija de los cargos de confianza, también hubo o maquinaron otro tipo de repartijas.