Aunque ahora -repentinamente- toda la aplanadora se volvió anti-kiñokis, carlitos, fredito y nelsito ya eran contreras desde antes. Carlitos está cabreado desde que le quitaron la presidencia, pero cuando los nueve bandidos de la aplanadora tuvieron la osadía de cambiarlo por un pato… ahí se enojó. Jodida su situ, porque además de andar en moqueteadas domésticas, no es muy querido en las comisarías. A nelsito no le perdonan que le haya salvado a tio albino de la cacerolita… al fin de cuentas entre «el padrillo y kiñokis» nadie sabe cuál es peor. Pero ese pecado les cabe a los doce concejales quienes aprobaron todo a tío albino hasta que cayó… y ahí le «descubrieron» que era un bandido. Igual que ahorita que a kiñokis se le vació la alcancía. Fredito sueña con ser intendente (por eso se muestra tan elocuente y denunciante en las sesiones) sus correlíes que están (estaban) en la vereda de enfrente lo comprenden perfectamente porque están en la misma lista. Cuándo sea intendente sueña con gobernar la santa ciudad tan bien como su papi goberno el Paraguay… pero lo hará por cuatro años (¡dios te salve San Lorenzo).