Cada vez se hace más evidente que el intendente Alcibíades Quiñones –y los directores por él nombrados- quieren mantener un total secreto respecto a la administración de la cosa pública. Me refiero específicamente a oscuros manejos que él y sus colaboradores de confianza realizan en nombre de los contribuyentes: porque cabe recordar que nosotros los contribuyentes –además de pagar sus jugosos salarios- somos lo que ponemos la plata en las arcas municipales con nuestros impuestos.
Dice el refrán que “como muestra basta un botón”. Y paso a demostrar dos de esos muchos “botones” de la camisa de fuerza que la actual administración municipal pone a la información pública. Ocultan deliberadamente aquello que en realidad debería ser “transparencia activa”.
En fecha 28 de marzo de este año utilicé el portal de información pública estatal para solicitar 3 Pedidos de Información que él está obligado por ley a responder, por ser el responsable de la institución municipal.
De los tres pedidos respondió solo uno.
Cabe acotar que según el artículo 2.2 de la Ley 5282/2014 “De libre Acceso Ciudadano y Transparencia Gubernamental”, información pública es “Aquella producida, obtenida, bajo control o en poder de las fuentes públicas, independientemente de su formato, soporte, fecha de creación, origen, clasificación o procesamiento, salvo que se encuentre establecida como secreta o de carácter reservado por las leyes«.
PRIMER CASO:
Entre las informaciones que parecieran ser Secreto de Estado –según Quiñones y su séquito de asesores– está el “Listado de medicamentos adquiridos por la administración municipal entre los años 2019, 2020 y en lo que va del año 2021. De acuerdo a los plazos que establece la citada LEY DE LA NACION, debió haber respondido el pasado 20 de abril, acompañando a su respuesta con los correspondientes comprobantes de pagos, y sus destinos finales (hospitales, puestos de salud, Unidad de Salud Familiar… o lo que fuera)
¿Considera el intendente Quiñones dicha información como secreta o de carácter reservado? ¿No sabe qué hizo con el dinero o con los medicamentos?
O simplemente no puede decir la verdad
SEGUNDO CASO:
La otra información secreta, o que el intendente –tal vez no puede justificar- es con respecto a las muy famosas –discrecionales- consultorías realizadas por su administración. Consultorías de dudosa utilidad pero de elevado costo, que se llevan a cabo “como venga”: por llamado a licitación. o a través de “contratos”.
Los que cumplimos las leyes PAGANDO IMPUESTOS, queremos que el Intendente también cumpla las leyes EXPLICANDO EN QUE SE GASTA NUESTROS IMPUESTOS:
· Que nos informe sobre “Objeto de gasto 145 Honorarios Profesionales”.
· Que facilite todos los detalles del libro mayor del sistema del nivel 145 (2018, 2019 y lo que va del presente año).
· Que responda sobre los llamados a licitación
¿Por qué será que estas informaciones se consideran SECRETO?
¿Dónde está su carácter reservado?.
En vista de la nula respuesta de los dos puntos señalados más arriba, volveré a hacer un nuevo pedido ya que aprovecharé para conocer las compras de medicamentos y lo que se agrega al libro mayor del sistema del nivel 145 hasta el momento de la respuesta.
Espero que si el Intendente y sus “asesores” siguen considerando como secreto y reservado, el oscuro uso que hacen del dinero público… lo puedan fundamentar vía dictamen de la asesoría jurídica municipal, y dentro del marco legal vigente.
Pedido realizado el 28 de marzo
Daniel Vargas Telles