La reacción ciudadana, tarde o temprano se manifiesta en una sociedad que en reiteradas ocasiones ha sufrido vejaciones, injusticias y el manejo discrecional de sus arcas (vulgo: Robo). San Lorenzo no escapa a esa lógica reacción, como producto de largos años de saqueos, por parte de políticos inescrupulosos que asaltaron nuestras instituciones comunales, valiéndose de promesas incumplidas, estafando a la credibilidad ciudadana.
Pero tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe dentro de una lógica que tiene mucho sentido. En nuestro caso se traduce en un derecho constitucional, el de rebelarnos.
Varios movimientos ciudadanos surgieron, que tomaron la posta dejada por políticos y partidos que ya no representan al ciudadano común. Su éxito y empatía fue generada por su no identificación con signo político e ideológico alguno, y en defensa de los intereses del pueblo sanlorenzano. Lograron muchos objetivos y hasta la caída de un intendente. El nuevo inquilino de la comuna, resulto lo mismo o peor que el anterior, con la diferencia que esta vez contó con la complicidad de una mayoría de quienes debían ser sus contralores. La lucha sigue…
Como consecuencia de todo esto, la solución sería tomar el poder de la ciudad, por parte de estos movimientos ciudadanos. Surgen las candidaturas y también, lamentablemente, los personalismos…
Cualquier persona con dos dedos de frente, se da cuenta de que la única solución es unirse entre todos, y con algunos partidos que aun sean creíbles. Esa unión debe ser en base a los intereses de la mayoría del pueblo y proyectos viables, y no por repartijas de cargos que siempre huelen a podridos. El aparato que se debe enfrentar es una maquinaria poderosa, que ni la pandemia pudo superar, con muchos años de clientelismo y la manipulación de su mística de colores que se alienó por el camino, para servir a intereses de una casta corrupta. Esa cúpula está segura de su triunfo, porque sabe que surgirán los personalismos egoístas en los movimientos, que seguramente tendrán una idea equivocada de su potencial electoral y como consecuencia, llegaran divididos.
Ese “Yoísmo” no es sano de ninguna manera, porque intrínsecamente tiene el germen corrupto, y cuando se produzca la oportunidad del cargo, emularán la misma función corrupta de sus antecesores. Para terminar cito una parte de los versos del escritor argentino José Hernández, del “Martin Fierro” que aún son muy actuales:
«Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos pelean los devoran los de ajuera.”
¡¡¡UNANSE SIN CONDICIONES MEZQUINAS!!! LOS SANLORENZANOS LE AGRADECERÁN…
Carlos 1