Melodía que cautiva y eleva el espíritu de quien las escucha, ya que uno de sus propósitos es expresar el carácter del pueblo, la añoranza a la patria de quien está lejos del país, el amor de parejas, así como marcar acontecimientos sociales como la pobreza y las diferentes dificultades del pueblo, son algunas de las características de la Guarania, cuyo creador fue José Asunción Flores.
El “Día de la Guarania”, se festeja hoy en conmemoración del nacimiento de su creador Asunción Flores, quien nació el 27 de agosto de 1904, en “Punta Karapá” de la Chacarita, hijo de Ma. Magdalenta Flores, una lavandera del barrio. Es probable que su afición por la música haya heredado de su padre, el guitarrista Juan Volta.
Las primeras guaranias datan de 1928; Jejuí, Kerasy, Arribeño.
Otras creaciones del género musical de Flores, fueron: India, Mburicaó, Nde Rendápe ayú, Ñasaindype, Panambí Verá, Cholí, etc.
La Guarania, es el fenómeno de mayor significación para la música del Paraguay en el siglo XX. Creaciones como “Jejuí”, “Kerasy” y “Arribeño Resay”, gozan de extraordinaria aceptación. Producto de las sucesivas investigaciones, es “Mburicaó”; India que son ejecutados con acompañamiento sinfónico, “Ne rendápe aju”, “Panambí Vera”, “Paraguaýpe”; “Pyhare Pyte”, “Ñanderuvusú”, “María de la Paz” y otros.
Los compositores adoptaron la Guarania como forma de expresión, suave, con mucha aceptación en los centros urbanos. El mismo creador menciona que es el sentir del pueblo.
UNA ANECDOTA DE LA NIÑEZ DE FLORES
José Asunción trabajó desde muy niño como recolector de cartones y lustrabotas a fin de ayudar su madre; y un día, cuando tenía 11 años, fue detenido por la Policía por robar un pedazo de pan. De castigo se lo envió a la Banda de Música de la Policía.
Por causa de sus diferencias ideológicas con los gobernantes, fue exiliado deambulando tristemente por varios países. Su primer país de exilio fue la Argentina y de allí hizo un largo recorrido hasta llegar, luego de pasar por varios países, a Rusia y de allí, tras varios años, retornó a la Argentina. Flores murió en Buenos Aires, el 16 de mayo de 1972.
En 1991, luego de la caída de Alfredo Stroessner, los restos de Flores fueron repatriados al Paraguay, para descansar en la plaza que lleva su nombre y el de su amigo Manuel Ortiz Guerrero, en Asunción.