La otitis externa difusa u otitis del nadador son los problemas otorrinolaringológicos más frecuentes en el verano, la dolencia se presenta generalmente en personas que acuden a la pileta, al arroyo o realizan baño de inmersión, y que posteriormente exteriorizan dolores en el oído, una tumefacción importante, y fiebre en ciertos casos, explicó el Dr. José Balmaceda, especialista del Hospital de la Facultad de Ciencias Médicas.
El mencionado profesional médico refirió que con el friego del conducto auditivo se elimina el pH ácido del canal y favorece la presencia del estafilococo, pseudomona, gérmenes que frecuentemente se complican y forman lo que denominamos otitis externa aguda difusa.
“ La otitis externa se dan en personas que frecuentemente realizan manipulación del conducto, sea con el dedo o hisopo, que hace que el cerumen, capa que protege a la piel del conducto, sea eliminada y quede sin la protección, lo que facilita que los gérmenes agredan y ataquen la cavidad del oído”.
Recomendó que, si se presenta picazón frecuente del oído, se debe acudir a la consulta atendiendo que puede tener un eccema ótico o una micosis, a fin de tratar y prever otro tipo de infecciones. Por otro lado, si uno va a realizar baños en piscina, práctica de natación y registra problemas con el oído, sugiere secar el oído con alcohol boricado, método utilizado de manera casera.
En cuanto al uso de cotonetes o hisopo, acotó que no es una práctica adecuada pues altera la flora que normalmente debe conservar el conducto y también eliminan el cerumen, que protege el sistema auditivo.
Fuente: Dpto. de Comunicación Social de la FCM-UNA