Las imágenes que ofrecemos en galería de fotos es la triste realidad no sólo de la irresponsabilidad de la gente de la aguatera Petereby sino también de la propia Erssan, el Ministerio de Salud Pública y también la municipalidad de San Lorenzo, pues también deberían velar por la salud de sus contribuyentes y denunciar el estado en que se encuentra el tanque ubicado en el barrio San Miguel.
Las imágenes no precisamente son casuales sino más bien son permanentes, tanto que desde nuestro portal ya habíamos denunciado en marzo del 2015 los mismos señalamientos que a casi cuatro años volvemos a hacer notar.
Llama la atención que el Ente Regulador de Servicios Sanitarios (ERSSAN), cuya finalidad es la de “Regular la prestación del servicio, supervisar el nivel de calidad y de eficiencia del servicio, proteger los intereses de la comunidad y de los usuarios, controlar y verificar la correcta aplicación de las disposiciones vigentes en lo que corresponda a su competencia”, no haga seguimiento a la pésima forma en que la empresa Petereby ofrece agua (posiblemente potable) a los cientos de usuarios.
En las imágenes se puede observar que el tanque principal ubicado en el barrio San Miguel está rodeado de matorrales (a veces basuras amontonadas), además de varias aberturas en la parte del “techo” del tanque por donde puede caer distintos tipos de agentes contaminantes del líquido vital como ser: ratones, aves o cualquier tipo de alimañas. Además, en el predio lindante al tanque se encuentra un baño que parece ser del tipo letrina.