Nueve padres de familia fueron ordenados ayer como diáconos permanentes de la Diócesis de San Lorenzo. La imposición de manos estuvo a cargo del Obispo de la Diócesis de San Lorenzo, Monseñor Joaquín Robledo ante mucha cantidad de fieles.
“Para mi haber sido ordenado diácono, en primer lugar es servir a Dios en el hermano, con humildad y con mucho amor”, dijo a nuestra página el diácono Florio Bejarano de la parroquia Virgen de los Remedios de San Lorenzo.
Los nuevos diáconos son: Miguel Gómez de la parroquia Virgen del Rosario, Sergio Enciso de la parroquia San Blas de Itá, Augusto Marecos de la parroquia Virgen de Fátima, Celso Ramírez de la parroquia Virgen del Pilar, Juan Sanabria de la parroquia Virgen del Pilar, Rolando Centurión de la parroquia Inmaculada de Colonia Thompson, Rodolfo Benitez de la parroquia de San Lorenzo Ñemby, Florio Bejarano de la parroquia Virgen de los Remedios, Celso López de la parroquia Viren de Fátima.
Los diáconos consagrados son casados y están llamados a ayudar a sus párrocos respectivos y a los obispos. Pueden impartir la eucaristía, realizar los sacramentos de bautismo y matrimonio, oficiar responso, ayudar en la catequesis y evangelizar con la palabra de Dios en lugares indicados por los párrocos.