Desde la reactivación del Programa de Trasplante de Órganos y Tejidos que lleva adelante el Hospital de Clínicas de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción en noviembre del año 2014, y hasta la fecha, a casi dos años y medio, ya se han realizado 67 exitosos trasplantes renales, por donantes tanto vivos como cadavéricos, que permitieron llevar una mejor calidad de vida a estos pacientes que, indistintamente por meses o años, estuvieron pendientes a la asistencia de una máquina de diálisis para seguir viviendo.
La paulatina pérdida de la función de los riñones (eliminar los desechos y el exceso de agua de cuerpo) es lo que se conoce como Enfermedad Renal, y puede empeorar lenta o progresivamente hasta llegar al estado crónico y terminal, que es cuando el enfermo precisa de diálisis o un trasplante renal. Muchos casos se dan de manera asintomática al principio de la patología, manifestándose en sus estadíos más avanzados.
Madres, padres, hijos y hasta inclusive parientes hasta la tercera consanguineidad decidieron donar uno de sus riñones como una alternativa más rápida al tiempo de espera por un órgano en la lista del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante del Ministerio de Salud Pública, para poder llevar a cabo la mayoría de estos trasplantes, destacando el aumento significativo de este tipo de intervenciones por donante vivo; y en estos casos la voluntad es admirable, ya que cada uno de los testimonios refleja la fe en su decisión y la felicidad ante el acto, ocultando cualquier temor que pudo haber existido ante la complejidad de las cirugías.
Es así como lo demuestra el último trasplante realizado por los equipos de trasplante del Hospital de Clínicas y del Ministerio de Salud Pública y el apoyo de la Fundación Renal del Paraguay (FREPA), que beneficio a Hernán Escobar de 47 años de edad, que debió seguir tratamiento de hemodialisis durante tres años por ERC, quien recibió un riñón donado por su hermana menor Cristina Escobar de 36; ofreciéndole con esta acción una mejor calidad de vida. Ambos son funcionarios del Poder Judicial en Ciudad del Este.
En este caso, la donante, además de la decisión de dar una parte de su ser a su hermano, debió someterse a un estricto régimen alimenticio durante 10 meses para poder perder los 25 kilos que precisaba para la donación. Finalmente las cirugías de ablación y trasplante resultaron exitosas y los hermanos se encuentran en recuperación, evolucionando positivamente.
Cabe mencionar que las situaciones no son las mismas para cada enfermo renal, al momento de plantear la opción de trasplante por donante vivo y al consultarle si posee algún familiar que quisiera donarle los contextos varían, están los que cuentan con más de un voluntario, y los que lastimosamente deben aguardar en lista la oportunidad de un donante cadavérico.
El 67º trasplantado renal expresa que la enfermedad renal es una de las más duras, depender de una máquina de diálisis y cambiar drásticamente el estilo de vida habitual; no solo del enfermo sino de la familia en general, y más aún si se trata de sesiones de diálisis de hasta tres veces por semana. Así tambien señala que a pesar de los difíciles momentos emocionales y físicos que se pasan, el apoyo de la familia, los amigos, el entorno cotidiano ayudan mucho para mantenerse fortalecido y seguir con las esperanzas de mejorar; y contar con la asistencia médica capacitada y con calidad humana afianza las expectativas de lucha.
“Si sos donante que tu familia lo sepa”
El equipo interviniente de este último trasplante renal, unánimemente destaco la voluntad de los familiares de pacientes renales en hemodiálisis por animarse a donar de manera consciente uno de sus riñones, destacándolo como un acto de amor y milagro de vida, cuyo fin es dar alivio a un ser querido; instaron además a la ciudadanía a reflexionar sobre la donación de órganos de familiares con muerte encefálica o cerebral: “Una donación cadavérica salva varias vivas, salva dos pacientes por parte del riñón, dos córneas, un corazón, por lo tanto es un acto de amor extraordinario en un momento de dolor, desprenderse de un órgano que ya no va a servir, sin embargo con la donación va a dar vida a otros. Es necesario investigar, profundizar y concienciar sobre el tema, para acabar con los temores y desconocimientos sobre la donación de órganos y en caso de decidir la acción que la familia y el entorno lo sepa”, puntualizaron.
Cabe mencionar que el Programa registra un trasplante renal, el primero luego de 30 años, en paciente pediátrico, por donación cadavérica.
El Dpto. de Trasplantes de Órganos y Tejidos del Hospital de Clínicas, cuenta con profesionales idóneos y en formación: nefrólogos, urólogos, cirujanos vasculares, anestesiólogos, equipo de enfermería, instrumentadores quirúrgicos y residentes, comprometidos con la realización de trasplantes, de manera a paliar la situación de numerosos pacientes que requieren de este tipo de tratamiento para el mejoramiento de su calidad de vida; la cual en cuanto a costos estima un aproximado de 42 mil dólares en centros asistenciales del extranjero, y gracias a esta gestión interinstitucional y multidisciplinaria a la que vienen apostando, cada uno de los pacientes que fueron beneficiados fueron exonerados en su totalidad.
El Programa de Trasplante cuenta con el apoyo del Ministerio de Salud Pública, el INAT, y de la Fundación Renal del Paraguay (FREPA), así como de otras empresas que aportan a la causa.
Fuente: Dpto. de Comunicación Social UNA