Los Obispos del Paraguay que se reúnen desde el pasado lunes para analizar la realidad nacional, el trienio de la juventud y toda la realidad eclesial. En el día de ayer los pastores de la iglesia paraguaya emitieron un comunicado donde señalan la preocupación de la inestabilidad producida por el tema reelección vía enmienda de la Carta Magna, “El conflicto se agrava con el riesgo de la confrontación y la fragmentación de la sociedad, suscitado por el debate jurídico y político en la relación con interpretaciones divergentes de la Constitución Nacional y las próximas elecciones presidenciales 2018”.
Además señalan la necesidad de que las autoridades administren los recursos del país atendiendo situaciones de salud, alimentación y educación, “Es urgente distribuir y administrar nuestros recursos económicos para atender las situaciones prioritarias de salud, alimentación y educación, en especial del 20% más pobre de nuestra población”.
Tanto el momento nacional y eclesial que se vive en éstos momentos, tiene aristas que sobresalen ampliamente para la opinión pública como es el tema reelección vía enmienda y la de sacerdotes que están en “capilla” al ser salpicados por denuncias de acoso sexual. Los jóvenes también esperan que la iglesia de señales ciertas acerca del trienio de la juventud que significa que los pastores darán preferencias hacia la necesidad de acompañar inquietudes y proyectos que surjan de las distintas pastorales juveniles de las parroquias del país.
LO QUE DICE EL COMUNICADO DE AYER
Queridos hermanos y hermanas, los Obispos del Paraguay reunidos en la 214° Asamblea Plenaria Ordinaria expresamos:
Nuestro país está atravesando por una situación político-social conflictiva preocupante. El conflicto se agrava con el riesgo de la confrontación y la fragmentación de la sociedad, suscitado por el debate jurídico y político en la relación con interpretaciones divergentes de la Constitución Nacional y las próximas elecciones presidenciales 2018. Exhortamos, a este respecto, a pacificar los ánimos, a la prudencia y al diálogo respetuoso en los procesos de desacuerdos y discrepancias..
Necesitamos un consenso nacional para elaborar una “agenda país”, que fije la ruta, los objetivos y los medios del desarrollo integral que anhelamos para nuestro pueblo y que podemos construir solidariamente. Este consenso exige que escuchemos el clamor de los pobres, que definamos las urgencias y las prioridades para asegurar el progreso y el bienestar de todos, para erradicar la inequidad escandalosa que lesiona la dignidad y la justicia social.
Es urgente distribuir y administrar nuestros recursos económicos para atender las situaciones prioritarias de salud, alimentación y educación, en especial del 20% más pobre de nuestra población. Debemos combatir la pobreza que afecta mayoritariamente a niños y mujeres, generar empleos y oportunidades, acompañar al campesinado y promover la agricultura familiar campesina, cuidar un desarrollo rural sostenible y ecológico, asegurar la equitativa distribución de la tierra, respetar y promover a los indígenas y atender las necesidades de otros sectores vulnerables. Asimismo hay que dar seguridad a nuestra gente, a nuestras familias, que se ven afectadas por el creciente índice de criminalidad, la violencia y los abusos que afectan especialmente a los niños y a las mujeres, los secuestros, el avance del narcotráfico y grupos armados como el EPP. Urge el uso responsable del agua, de nuestros recursos hídricos, la preservación de nuestros bosques y el cuidado del medio ambiente.
Invitamos a todos los sectores involucrados, los Poderes del Estado, los líderes políticos y religiosos, las organizaciones sociales, las instituciones públicas y privadas, las fuerzas de seguridad, los jóvenes y los mayores, hombres y mujeres, a considerar los principios enunciados por el Papa Francisco y que constituyen valiosos instrumentos para la reflexión y la acción en un contexto de tensión: 1) El tiempo es superior al espacio. Que la coyuntura no nos ahogue y que sepamos ver y apoyar los procesos positivos que vive nuestro país; 2) La unidad es superior al conflicto, lo que nos debe llevar a trabajar por la unidad, reconociendo y asumiendo los conflictos, pero privilegiando aquellos consensos que hacen posible la construcción de una sociedad nueva; 3) El todo es superior a la parte. Un proyecto país, la patria que sueña nuestro pueblo, requiere del esfuerzo y de la participación de todos; donde todos pueden y deben aportar y donde la diversidad de visiones debe ser valorada positivamente (cfr. E.G., 221-237).
Este proyecto país inclusivo debe primar por encima de proyectos coyunturales y regirse estrictamente por nuestra Carta Magna, la Constitución de la República del Paraguay, para garantizar la libertad, la igualdad y la justicia.
Al iniciar la Cuaresma nos unimos al Papa Francisco y hacemos nuestro su mensaje de esperanza, que nos recuerda que la conversión “es un nuevo comienzo, un camino que nos lleva a un destino seguro: la Pascua de Resurrección, la victoria de Cristo sobre la muerte.” (Mensaje de Cuaresma 2017). En este camino de conversión cuaresmal abramos nuestras puertas a los débiles y a los pobres, pues entonces viviremos y daremos un testimonio pleno de la alegría de la Pascua.
En este Miércoles de Ceniza, y en la memoria de los héroes patrios, saludamos a todos en Cristo Jesús, nuestro Señor, y los encomendamos a la protección de nuestra Madre, la Santísima Virgen María.