“Venimos a manifestarnos y proclamar nuestra voz de esperanza y de coraje, para decir que no tenemos miedo y ya no callaremos lo que creemos que debe cambiar”, expresa parte del manifiesto leído ayer en Caacupé por Felix Escobar, Coordinador Nacional de la Pastoral Juvenil. Señalaron la incoherencia de vida de algunos sacerdotes y agentes pastorales, la inquietud por el sistema educativo “secuestrada por la política sectaria”, la inseguridad, entre otros puntos.
El compromiso social fue dado a conocer en la XIX Peregrinación Nacional a Caacupé, donde miles de jóvenes acudieron en el día en que la Iglesia Paraguaya lanzó “El Trienio de la Juventud” (tres años de especial dedicación a los jóvenes).
Los líderes juveniles leyeron un manifiesto donde sientan postura respecto a algunos males instalados a nivel país incluso dentro de la iglesia paraguaya. Fundamentaron su posición en las palabras del Papa Francisco, “Y eso es lo que necesitamos de los jóvenes hoy: jóvenes con esperanza y jóvenes con fortaleza. No queremos jóvenes “debiluchos”, jóvenes que están ahí no más, ni sí ni no. No queremos jóvenes que se cansen rápido y que vivan cansados, con cara de aburridos. Queremos jóvenes fuertes. Queremos jóvenes con esperanza y con fortaleza. ¿Por qué? Porque conocen a Jesús, porque conocen a Dios. Porque tienen un corazón libre”.
Entre lo señalado está el sistema educativo que sigue siendo postergada y con baja inversión, ”Nos duele ver una educación secuestrada por la política sectaria y por tan largo tiempo postergada a causa de una inversión insuficiente a todas luces”.
No olvidaron la inseguridad en las calles que incluso hoy día hace que se tenga miedo a policías, aunque rescataron que entre los agentes de seguridad hay honrosas excepciones. Recordaron a los secuestrados Edelio Morínigo, de Abrahám Ferh, de Franz Wiebe y Félix Urbieta, por quienes pidieron que el Gobierno Nacional imponga voluntad y rescate con vida a los nombrados.
Otra de las preocupaciones nombradas fue las manifestaciones estudiantiles donde salieron a las calles para cambiar ministros y rectores, pero que aun así se sigue manteniendo el mismo sistema corrupto que mal usa el dinero público.
Por último manifestaron su desacuerdo con la incoherencia de vida de algunos sacerdotes y agentes pastorales que los afectan a tal punto que les confunde, ya que deberían ser los que los guíen hacia el camino de la verdad del amor, “Nos duele la incoherencia de vida de algunos sacerdotes, religiosos, formadores y agentes pastorales; nos afectan profundamente como jóvenes, porque nos confunden quienes justamente deben guiarnos hacia esa Civilización del Amor que tanto ansiamos”.
La Pastoral Juvenil se reafirmó en su compromiso como jóvenes para buscar un mejor país donde haya más justicia inspirándose en la Civilización del Amor.
LO QUE DICE EL MANIFIESTO
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