“La ayuda de un sanlorenzano a otro sin importar las fronteras” parece ser la consigna de Víctor Alarcón, un sanlorenzano residente en Nueva York hace 16 años, quien está en un constante ir y venir por nuestro país. La actividad contará con el apoyo de sanlorenzopy aquí en Paraguay.
Un proyecto realizable a corto plazo que beneficiará a muchos sanlorenzanos fue ideado por esta persona el cual será acompañado por nuestro portal. Consiste en la ayuda que los sanlorenzanos residentes en Nueva York pueden dar a sus compueblanos residentes en Paraguay con la simple donación de objetos que ya no utilicen (entre ellos puede haber artículos de deporte, de electrónica, utensilios para el hogar, libros, ropas, etc.), pero que serán de gran utilidad en nuestro país.
“Queremos comenzar con un proyecto pequeño, que no genere mucha movilidad. Porque es común que los grandes proyectos se queden en el opareí”, dijo Víctor Alarcón.
“No queremos que la gente se sienta obligada a dar las cosas, solo estamos buscando la mejor utilización de las mismas, y si es necesario, yo mismo iré casa por casa allá en Nueva York a buscar lo que quieran donar. Lo bueno es que no implica mucho gasto, es algo realizable, y los sanlorenzanos podrán aprovecharlo. Porque cada vez que yo vuelvo a mi país, veo por los barrios a chicos que no tienen una pelota para jugar, entonces, con este proyecto, podemos solucionar esa realidad”, enfatizó el joven sanlorenzano.
Una vez que los compatriotas hayan terminado de donar lo que puedan, Víctor se encargará de enviar la encomienda, y una vez en Paraguay, su hermano Jorge, será el encargado de retirar las mercaderías y sanlorenzopy hará el nexo con las instituciones correspondientes: “No queremos que esto se malinterprete, nosotros nos encargaremos solo de la recolección y luego contactaremos con las instituciones pertinentes de acuerdo a la naturaleza de lo recolectado en cada caso, por ejemplo: si recolectamos libros, los donaremos a la Biblioteca Viriato Díaz Pérez; si conseguimos ropa, hablaremos con la Pastoral Social de la Iglesia. Así iremos viendo para que haya un manejo transparente de lo donado, ya que es una actividad netamente sin fines de lucro”.
Pero Víctor no se conforma con esta idea, sueña con crear, a largo plazo y con la ayuda de otros compatriotas tanto residentes en Nueva York como en Paraguay, una fundación para ayudar permanentemente a sus compueblanos, y por qué no, a los habitantes de otras ciudades del país: “Yo tengo mi propia familia allá en Nueva York; pero mis padres y hermanos siguen viviendo aquí, y quiero contribuir con algo para el mejoramiento de la calidad de vida de los paraguayos”.
Esta actividad solo será posible con la solidaridad y la buena voluntad de todos: “No queremos pedir dinero, no queremos decir: ‛Dame esto’. Lo que queremos escuchar es: ‛Yo puedo dar esto’, algo que sea voluntario, y nada más”, finaliza Alarcón.