Las dos manifestaciones realizadas por vecinos de los barrios Santa María, San juan, Ñu Porá, San Francisco y otros aledaños a la vera del arroyo San Lorenzo, donde se encuentra las obras de alcantarillado pluvial como parte del proyecto Laguna Grande, empezó a tener sus frutos con el inicio de la limpieza del cauce hídrico.
La preocupación de los vecinos es que una vez terminado el alcantarillado pluvial que traerá aguas de lluvia desde la zona de la avda. Eugenio A. Garay, se sumará a la que suelen tener y que inunda varias viviendas de los barrios arriba mencionados.
Según Ever Acosta, vecino afectado, la limpieza del arroyo empezó hacia la frontera con Luque-Capiatá, mas precisamente en el lugar conocido como Paso Saná, de manera a ir “abriendo” el cauce hídrico desde la salida del agua hacia arriba. Éste trabajo se extenderá por aproximadamente 1.500 metros ya que deberá llegar hasta las bocas de desague pluvial que se construye en la zona de la matadería municipal.