Por Camila Candia
Viernes 18 de septiembre del 2015, jornada histórica en el Paraguay, estudiantes tomaban las calles de la capital y el interior del país, en un grito desesperado, clamando por “una mejor educación”, “basta de corrupción”, “educación de calidad”, son apenas algunas de las frases coreadas por los mismos, iban arrasando, adueñándose con entusiasmo y sentimiento de una mañana calurosa e inolvidable.
La realidad en que vivimos se apodero de la mente de la juventud, una gran mayoría con valentía y compromiso optaron por salir y defender sus derechos, que satisfacción saber que existe una cantidad considerable de jóvenes que ya no hacen oídos sordos y que prefieren sacarse las vendas de los ojos.
Así se vivió la previa del “Día de la Primavera y la Juventud”, el regalo más esperanzador para la sociedad paraguaya, el despertar juvenil. Meses atrás me presentaba como una joven estudiante sanlorenzana preocupada por la poca participación de los jóvenes en las actividades cívicas, el panorama no era nada alentador, mucha apatía y poco interés, actualmente me siento muy orgullosa de ser parte de todo esto, lo he vivido con mucho entusiasmo y lo seguiré haciendo, porque desde un principio opte por ser agente de cambio y no solo de críticas, he conocido a personas maravillosas que comparten mi misma pasión e ideales, estábamos dispersos, un poco tímidos, pero somos muchos los que queremos ver progresar a nuestra ciudad y país, vamos haciendo camino al andar, queremos contar una nueva historia.
Hoy 21 de septiembre, creo en los jóvenes que se preocupan por sus derechos, pero tengo la certeza de que aquellos que se ocupan y salen a defenderlos, están en buen camino de cumplir sus sueños; creo en la participación de los jóvenes en las redes sociales, pero tengo la certeza de aquellos jóvenes comprometidos con su ciudad y país, tienen más posibilidades de ser parte del cambio y progresar; creo que vivimos en una sociedad muy prejuiciosa que hace sentir a los jóvenes vulnerables, pero tengo la certeza de que aún existen jóvenes capaces de derribar esos paradigmas, apuesto por esta generación de jóvenes y reitero lo orgullosa que estoy de ser parte de la misma, de lo que se ha logrado, y de lo que todavía queda por hacer.
No bajen los brazos, no se cansen de invertir su tiempo y energía, porque lo que hoy es un sacrificio mañana será el mayor logro de nuestras vidas. ¡FELIZ DIA A TODOS LOS JOVENES VALIENTES Y COMPROMETIDOS! ¡FELIZ DIA JUVENTUD SANLORENZANA!