Por el 1000 Ledesma 2014
El edificio más representativo de nuestra ciudad la constituye indudablemente la Catedral de San Lorenzo, que con su imponente estructura y singulares detalles despiertan a propios y extraños múltiples sensaciones como las que a continuación voy a exponerles someramente. Toda obra de arte pretende expresar un pensamiento, una emoción, un estado de ánimo o una filosofía, los cuales se originan muchas veces desde lo consciente del artista mezclado con lo inconsciente, influenciado por el contexto, por tendencias, llevados todos estos elementos a la tela en blanco de la imaginación.
De diversas maneras puede definirse lo que es una Catedral, que desde un punto de vista general diríase que es la Iglesia principal de una diócesis y sede del obispado. Para un arquitecto es un edificio colosal de grandes dimensiones e imponente estructura, mientras que para un turista es el mejor fondo para tomarse una selfie. En fin, es asimismo un templo, donde tiene sede o cátedra el obispo, el lugar desde donde preside la comunidad cristiana, enseñando la vida de fe y la doctrina de la iglesia.
La gran diferencia entre esta sede y las demás iglesias se vio acentuada durante los siglos XIII, IV, XV y VI en coincidencia con el surgimiento del arte Gótico cuya influencia se observa notoriamente en la Catedral de San Lorenzo así como en la Catedral de La Plata en Argentina siendo clasificados consecuentemente estos edificios entre los de estilo neogóticos. Para los ojos que simplemente ven lo exterior de las cosas todo termina allí, pero permítanme ir un poco más allá de lo simplemente visible y explorar el significado esotérico (oculto) de esta sagrada obra de arte que para un católico fiel sería la casa de San Lorenzo o de Dios mismo y afirmar con propiedad que todos los detalles que la adornan no son producto de la mera casualidad.
Describir la totalidad de símbolos nos llevaría a editar un libro o dos por la multiplicidad de elementos que pueden vislumbrarse inclusive a simple vista, por lo que tomaremos solo algunas figuras que se observan en la fachada, invitando posteriormente al lector de esta columna a que visite esta obra de arte para percibir e intuir las enseñanzas visibles e invisibles que posee. Digamos así que una iglesia de por sí incluye una manifestación divina por lo que el Arquitecto Luis Navarro tuvo que inspirarse principalmente en las facultades de Dios y describir en un edificio sus manifestaciones.
Consta de tres entradas frontales, una principal y dos laterales, las que aluden claramente a la Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Vemos también varias otras series de tres, como las torres principales de la fachada que se componen de dos pequeñas a los extremos y una central indicando que el hombre posee dos brazos para la ejecución de sus obras y una cabeza para dirigir su voluntad conforme a las leyes de Dios. Asimismo vemos tres ventanales que apuntan a nuestros ojos, dos pequeñas en los extremos y una producto de las facultades divinas de las que gozamos como imagen y semejanza del Creador al que se suele denominar conciencia. Sobre estas ventanas más pequeñas y en las torres laterales vemos un cordón unido por nudos que sugieren la unidad de todos los hermanos cristianos en el común objetivo de la fraternidad universal mancomunados en el cumplimiento de la palabra de Dios. La puerta principal se halla sostenida por tres columnas de cada lado (Las virtudes teologales: Fe, esperanza y caridad), y se denomina técnicamente a su arquitectura arco ojival o arco apuntado, compuesto por dos tramos de arcos formando un ángulo central en la clave, indicando la sensación de verticalidad. Son como dos fuerzas opuestas que confluyen en la cúspide y se vuelven uno solo potenciándose una a otra. Son la voluntad y la acción que al unirse en la cúspide (Dios) se vuelven potentes ante los avatares de la vida.
Se observan numerosos otros símbolos, como los rosetones y los ángulos apuntando hacia arriba, los picos (a las cuales se refirió un post de esta página), cuyas interpretaciones son totalmente factibles con la única condición de educare en este campo, el del conocimiento e interpretación de símbolos y la ayuda de la intuición muchas veces inconsciente. ES MI VISIÓN. EL1000 LEDESMA. SETIEMBRE 2014.