El trencito de San Lorenzo conocido como «Tren Lechero»

Fue inaugurado el 9 de agosto de 1894 en vísperas de las fiestas patronales del pueblo. Al acto, asistieron el Presidente de la República don Marcos Morínigo, ministros del Estado, diplomáticos de países vecinos, y una frondosa comitiva entre los cuales estaba el general Juan. Ba Egusquiza, el doctor Facundo Insfrán, Cayetano Carreras, Fernando Saguier y Ricardo Brugada.

La primera locomotora puesta en servicio se denominaba «San Lorenzo» y con posterioridad fueron incorporadas dos más: «Paraguay» e «Itá». Los domingos y feriados, los horarios de viaje eran reforzados para atender al número de pasajeros provenientes de la Capital.

El servicio se cumplía con dos coches acoplados: uno de primera y otro de segunda. El primero para los pasajeros que no transportaban cargas y el segundo para las vendedoras que viajaban con mercancías. La habilitación del servicio del tren contribuyó al adelanto turístico y comercial de San Lorenzo.

LAS PARADAS Y TRAYECTOS.El trencito tenía varias paradas: la número uno se encontraba junto al actual club Olimpia en Asunción por lo que se le conoce hasta hoy como el Club Para 1. Siguiendo por la Avenida Guido Boggiani, se dirigía hasta la actual Avenida Eusebio Ayala, de allí, las vías seguían en línea recta el recorrido de la Ruta Mariscal Estigarribia, hasta la Para 17 ubicada en la que hoy es la intersección de la  Avenida del Agrónomo y el arroyo San Lorenzo, lugar donde el maquinista cargaba los tanques de agua de la locomotora.

A partir de allí, el trencito tomaba una curva ascendente hasta llegar a la Avenida Defensores del Chaco. En el lugar donde se encuentra hoy el monumento a los Héroes del Chaco se hallaba la Para 18, y a partir de allí la máquina se detenía en cada cuadra hasta llegar a la Estación Terminal, que estaba ubicada en España y Defensores del Chaco.

EL TREN LECHERO. Al trencito de San Lorenzo se lo conoció también como «tren lechero» aunque no acostumbraba transportar leche. Ese nombre le vino por una licencia artística de Félix Pérez Cardozo, quien escuchando una madrugada el silbato y los «bufidos» de la máquina desde la quinta de Carlés, compuso el famoso tema musical, en el cual el arpa remeda los sonidos del tren.

Auque el trencito de San Lorenzo contaba con horarios especiales los domingos y días feriados, durante la semana el primer viaje estaba marcado para las cuatro y diez de la madrugada, cuando el coche de segunda iba repleto de vendedores que se dirigían al mercado guasú de la capital.

Fuente: Libro «San Lorenzo del Campo Grande Memoria Histórica» de Margarita Durán Estragó

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