Por Marta Britez
[box type=»shadow» ]Hoy en día se viene publicando en varias páginas o portales de internet sobre la importancia de cultivar nuestros propios alimentos, ya que la misma FAO desde el año 2012 ha venido incentivando a los citadinos a cultivar sus propias huertas urbanas.[/box][divider]En nuestro recorrido por el microcentro de San Lorenzo, nos encontramos con la familia Romero Paiva. Lucio y Mirna un matrimonio que hace años vive en San Lorenzo y que tiene como norma de vida la alimentación vegetariana en un principio y hoy día ya más vegana según las mismas expresiones de Mirna .
«Solo yo era quien no consumía carne en la familia- comienza diciendo Lucio-, pero con el tiempo Mirna me siguió y detrás toda la familia, y comenzó a incluir mas verduras y vegetales en las comidas y dejando de lado todo tipo de carnes, incluso el pescado.»
«El tema no fue muy fácil, -dice Mirna – pues como los paraguayos somos muy carnívoros, lo primero que pensé fue en como reemplazar la carne y cometí el mismo error de todos: incluir en la dieta la soja y sacar la carne, pero Lucio me convenció de que no se trata de reemplazar la carne si no de desechar la misma, y buscar en los vegetales y frutas los nutrientes necesarios para el ser humano, pues la soja contiene una mayor cantidad de proteínas y carbohidratos por lo cual el cuerpo no puede asimilarlos todos y tampoco los desecha, si no que los trasforma.Así que empecé a probar varias recetas a inventar otras y hoy toda la familia se ha acostumbrado a mis comidas sin ningún problema.»
«Empezaron a hablar de que las verduras y semillas vienen fumigadas con pesticidas que pueden dañar al organismo, entonces pensé que lo mejor era que cultivar por lo menos parte de nuestros alimentos» – continuó diciendo Lucio. Entonces puse manos a la obra y como en la terraza de casa hay espacio de sobra, comencé con pequeñas cajas de lechugas, rúcula, pimentones y tomates. Esto rápidamente lo fui agrandando ya que en la primera cosecha de tomates sacamos una gran cantidad. Hoy en día cultivo desde cebolletas, coles , tomates, hasta frutillas, y a la vez hacemos brotes de legumbres para el consumo de las mismas y los desechos de la cocina, las cáscaras de las frutas y verduras nos sirven para dar de comer a las lombrices californianas de las cuales utilizo el humus para fortalecer la tierra.»
«Y esta es mi huerta»-nos dice Lucio orgulloso-, y nos muestra todo lo que está cultivando en la terraza de su casa.
Es una pequeña muestra de que con dedicación y amor es posible tener nuestra propia huerta en la ciudad.