El sábado por la mañana luego del responso recibido en la catedral de San Lorenzo, los restos de quien en vida fuera fundadora y directora general del Centro Educativo Leonarda Sánchez de Páez profesora Ana Dejesús Giménez viuda de Ávalos, fueron trasladados al local de la institución donde en medio de mucho dolor; alumnos, padres de familia y funcionarios de la mencionada casa de estudios, dieron el último adiós a la “Mamá” de varias generaciones que pasaron por el centro educativo. En los presentes y en quienes llegaron a compartir con ella, quedó plasmado el testimonio vivo de su sacrificio y el amor por la formación de la niñez, reflejado en el local educativo del C.E.L.S.P.
“SU VIDA SU OBRA”
El año pasado el colegio lanzó una revista por los 40 años de vida institucional donde doña Ana Dejesús, tuvo un apartado en el cual dejó sentada su rica experiencia como fundadora del C.E.L.S.P, reflejando el valor, la responsabilidad y el sacrificio de su familia para llegar al sueño anhelado.
En el año 1972 doña Ana Dejesús Giménez viuda de Ávalos, decidió comenzar los trámites para la habilitación de un nuevo centro de enseñanza privado: “Leonarda Sánchez de Páez”, que solo sería en un principio de educación primaria.
Se basó en que la ciudad de San Lorenzo era la que registraba el mayor crecimiento poblacional, y que seguiría avanzando a través de los años; por lo cual la enseñanza pública no abastecería a los niños así como tampoco lo harían las escasas instituciones privadas de la época. Pensó también en su familia: su esposo y sus seis hijos a quienes desde muy pequeños había inculcado el valor de la responsabilidad, el sacrificio y el compromiso con el estado y la comunidad.
En el año 1973, pudo concretarse el sueño con la autorización del Ministerio de Educación, lo cual significaba que emprendería la construcción de un centro educativo, para niños y jóvenes que más tarde serían la base sobre la cual se constituiría la sociedad de su país.
El nombre de la escuela está dedicado a su querida maestra: doña Leonarda Sánchez de Páez, quien era un reflejo de las abnegadas maestras del país y quien le traía recuerdos de su niñez en Carapeguá, de donde provenía. También homenajeaba a sus familiares por el apoyo que le habían prodigado durante todo ese tiempo.
“¡Cuánto tiempo ha pasado desde entonces! Una mirada hacia atrás, me trae recuerdos tan hermosos y gratificantes de los rostros de miles de niños y jóvenes escuchando mis mensajes y arengas diarias en la formación, o retozando en los recreos. El tiempo compartido con cientos de profesores tan profesionales como intachables con quienes diseñamos las mejores estrategias para que la educación impartida sea la mejor posible. O los solemnes pero felices actos de entrega de diplomas en que los alumnos exultan de alegría con sus padres. ¡Cuánta satisfacción siento al ver a tantos médicos, abogados, profesores, comerciantes y otros tantos profesionales exitosos que pasaron por nuestras aulas!”.
Las adversidades que existieron en el pasado no hicieron que su espíritu de educadora decayera, sino que tuvo la fortaleza suficiente como para enfrentarlos con determinación. Contó con el apoyo de sus hijos y nietos quienes la acompañaron durante todos esos años y compartieron con ella el camino de la docencia, con los profesores, autoridades nacionales y sanlorenzanas, quienes hicieron posible la construcción de una institución ejemplar.
Doña Ana Dejesús supo reconocer sus logros mediante el cumplimiento de muchos sueños, al colaborar con la formación de los niños y jóvenes que ahora son dignos profesionales. Y era esa satisfacción la que le daba el equilibrio suficiente como para continuar educando. Concluyó que el Centro Educativo Leonarda Sánchez de Páez es y será: su obra y su vida.