En la UPAP, ubicada sobre la calle 10 de agosto, se pone en peligro la vida de peatones ante la desidia municipal, que no se encarga de hacer cumplir las ordenanzas vigentes respecto a ocupación de veredas. El peatón sanlorenzano es violado en todos sus derechos. Sumándose al caos vehicular generado en horario de salida de alumnos, las motos estacionadas en la vereda impiden por completo que los transeúntes puedan caminar por el sitio, viéndose obligados a transitar sobre el asfalto. ¿Quién les permitió usufructuar una vereda como estacionamiento? ¿Por dónde caminaremos nosotros? Esperamos que la Municipalidad no se pronuncie cuando una tragedia ocurra y ya sea demasiado tarde.
Rebhecka de Lemos