En diciembre del 2009, Graciela Deps, una licenciada en enfermería y servidora de la Diócesis de San Lorenzo, estaba pasando por momentos bastante complicados en su salud debido a que sus riñones ya no funcionaban. En una cena organizada por el equipo pastoral de la parroquia de San Lorenzo le comentó a un amigo de la familia (Gerardo Salinas), que necesitaba urgentemente un donante para salvar su vida, éste le miró fijamente a los ojos y le dijo, “amiga no te preocupes yo te voy a donar mi riñón”, Hoy a cuatro años de aquel ofrecimiento generoso Graciela continúa su vida con un 98% de función renal.
LUCHAR POR LA VIDA. Por más que Graciela pasaba grandes momentos de sacrificio ella seguía luchando codo a codo con la misma muerte, pero con la confianza puesta en el dador de vida por quien trabajaba incansablemente como activista de la iglesia católica perteneciente a la Parroquia de San Lorenzo. “Luego de 50 días sin riñón y sin poder tomar agua desde octubre hasta diciembre con el calor que hacía, mas el desgaste natural del cuerpo por el sacrificio al que estaba sometido mi ser, llegó la voz esperanzadora del amigo Gerardo, que no era otra cosa que la voz de Dios que me decía “nunca te abandone”, expresó la que nunca dejó de tener esperanza.
SALINAS Y UNA CIRUGÍA A CRÁNEO ABIERTO. Gerardo Daniel Salinas, es un conocido hombre también de iglesia como Graciela que en febrero del 2004 tuvo que someterse a una operación a cráneo abierto de la que salió sin ningún problema y convencido de que había que cumplir con alguna otra misión en la vida, “este febrero se cumplen nueve años de una cirugía a cráneo abierto que tuve a raíz de un aneurisma. El Señor me dio una oportunidad de vida y era porque tenía que cumplir la misión de ser utilizado como instrumento de su Infinita Misericordia. Con Graciela nos conocimos en la radio de la iglesia Sembrador FM, yo sabía de su enfermedad pero no la necesidad del trasplante”.
“YO TE DOY MI RIÑON”. Por otra parte Graciela, con la salud cada vez más deteriorada y luego de que un posible tercer donante quedó en la nada, asistió a la “Cena de los Dones” organizada por el Equipo Pastoral de la Parroquia de San Lorenzo, donde contó a Salinas el drama que estaba viviendo, “en diciembre de 2.009 en la Cena de los Dones, ella me conto que necesitaba un donante puesto que el tercer posible candidato no pudo ser por oposición de los padres, y que le rogaba a Dios que alguien apareciera para donarle un riñón. En ese momento sentí que Dios me decía al oído; este es tu momento, tu misión. La mire fijamente a los ojos y le dije; amiga no te preocupes yo te voy a donar mi riñón…y ahí empezó todo”.
Desde ese momento para Graciela empezó a brillar con más intensidad la luz de la esperanza, esa esperanza que en realidad nunca dejó de tener ya que como dijimos más arriba ella seguía asistiendo a los lugares de servicio de iglesia al que ella servía y sigue sirviendo con tanto amor,
“Solo le pedí que no le contara a nadie hasta que llegue el momento de la cirugía, y así lo hizo. Le comente a mis padres, a mis hijos y a mis hermanos, y a algunos allegados, todos quedaron muy sorprendidos pero a la vez me apoyaron en todo ya que es una decisión muy personal. No faltó gente que tiraba mala onda pero nosotros en oración y la confianza puesta en Dios seguimos un largo tratamiento para llegar a la prueba de compatibilidad que se realiza y en el último paso salió 50% de posible compatibilidad, pero con eso ya podíamos entrar a cirugía. Todo quedo en manos de Dios, y hoy aquí estamos cumpliendo cuatro años de nueva vida de Graciela. Pasamos por mucho pero llegamos”, dijo Salinas como alguien que cumplió con una misión encomendada por el mismo Dios en aquel 14 de diciembre del 2009.
“Estoy con vida por la gracia de Dios que se valió de un amigo generoso que dijo sí al llamado del señor, mi agradecimiento para Gerardo y su familia es con lo más grande que el y sus allegados saben que es la oración constante pidiendo que el señor siempre los bendiga, y ojalá que haya muchos Gerardos, porque son muchas hermanas y hermanos que esperan mejorar su calidad de vida incluso salvar su vida misma”, expresó finalmente la que hoy día gracias a la donación generosa de un amigo puede seguir entre sus familiares y seguir haciendo lo que más le gusta, servir al prójimo a través del trabajo activo dentro de la iglesia y fuera de ella.
