Por Gustavo Díaz
Era de esperarse en algún momento dado que la Profesora María Viuda de Mártin, Coordinadora de Escuelas Municipales y Directora de la Escuela María Irene Alonso, brinde una explicación sobre las acusaciones que pesan en su contra. Con todo esto, lamentablemente, no realizo ninguna aclaración formal como así lo exigen (éticamente) los cargos.
El martes 10 de setiembre de 2013, en horas de la mañana, la señora Ángela Coronel, madre de uno de los alumnos de la mencionada institución del primero de la media, turno mañana, denunciaba públicamente por Radio Nuevo Mundo a María V. de Mártin, por atropellar su casa. Según Angela Coronel, los alumnos debían realizar prácticas de teatro con el fin de sumar puntos para los exámenes, a partir de aquí, ofrece su domicilio para que los compañeros de su hija practiquen (en coincidencia con el horario de clases). Sin embargo, Coronel admitió que hubo una descoordinación al no comunicar apropiadamente a la Directora. No obstante, esta situación aparentemente enfureció a la responsable de la aludida casa de estudios; en consecuencia, atropello el domicilio de Angela Coronel. “La Directora atropello mi casa con prepotencia, insulto a mi familia, mi hija quedo asustada”.
Mas allá del error asumido por la afectada, no es menos cierto, cuando la misma asevera que aún no se justifica un atropello de este tipo.
Hasta hoy, la señora Coordinadora y Directora se ha limitado en señalar que “es una cuestión interna y que debe resolverse en la casa” – Es notable, que una persona de estas “características académicas” se desentienda de un escándalo que empaña altamente su credibilidad en función a cargos sensibles, ante la atenta mirada de alumnos y padres de la escuela María Irene Alonso, y en general, de todos aquellos que depositan su confianza en las escuelas municipales.
Este incidente no solo supone una explicación, también, pedir disculpas públicamente por semejante arbitrariedad. Es una vergüenza para la comunidad educativa sanlorenzana, que una persona que ocupa cargos de esta naturaleza, se comporte de esta manera (correspondería ser un ejemplo), y más, si se trata de una aspirante a la supervisión regional del Ministerio de Educación en San Lorenzo, sería un despropósito que en estas circunstancias el Senador, Oscar “Cachito” Salomón (de quien se comenta insistentemente), realice este pedido (político), es oportuno que Salomón piense dos veces (y revise las «carpetitas» rojas) antes de seguir reivindicando aquel discurso que habla sobre la necesidad de que los sanlorenzanos (partidarios suyos), ocupen cargos públicos con asiento en la ciudad. En cualquiera de los casos, con seguridad, existen personas con mejores méritos y actitudes para este y otros cargos.
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