Columna de opinión

El Presidente de la Junta Municipal de San Lorenzo, Concejal Ramón (Monchi) Gil Navarro (ANR), ha planteado un encuentro con directores del área municipal consistente en una serie de reuniones informativas y abiertas, la primera concretada el pasado martes 28 de mayo de 2013, donde buscaron (y buscaran) evaluar el desempeño legal y político de los directores. Además, una mejor coordinación interna con el objetivo de superar las deficientes peculiaridades por la cual vienen tropezando.

Lamentablemente este tipo de reuniones no siempre prosperan. Recordemos que el Ejecutivo ya ha tanteado una mesa estratégica con el fin de debatir e intercambiar perspectivas,  creando ideas para optimizar las direcciones, pero, todo ha quedado por el camino. Un claro ejemplo de fiasco, sin dudas es la Dirección de Cultura dirigido por el señor Blas Torales, que sigue hasta hoy estancado, considerando la amplia responsabilidad que le otorga la ley orgánica municipal (3966/2010), sin embargo, según algunas informaciones, «Blas Torales solamente asiste en horas de la tarde en dicha dependencia, ya que supuestamente el mismo se desempeña como empleado público en el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE)». Es preciso señalar, que esta información fue varias veces comentada por la cronista Gloria Blanco de Radio Nuevo Mundo. Sumado a esto, en su momento el Subjefe de Recursos Humanos (RRHH) Alcides Valiente a asegurado que la permanencia de Torales en la Dirección de Cultura es a los efectos de un comisionamiento, que inicialmente es funcionario del TSJE. Es impresionante la pérdida de tiempo, puesto que no se percibe ningún avance en los planes educativos, culturales, turismo, en otros casos, un tema que nos preocupa en la actualidad: El dengue, que bien podía haberse enfocado en la lucha de este mal sobre la conciencia cívica. No queda otra que calificar en los mismos términos manifestados por el ex Director de Cultura, Dr. Ángel Maldonado. «¡Que inutilidad del alma, que inútil, no trabaja como tiene que trabajar este muchacho (Torales)»!

Las intenciones del Concejal Ramón Gil resultan valiosas y oportunas, teniendo en cuenta la situación de las direcciones. Igualmente, sería conveniente entablar un diálogo abierto y sin condicionamientos políticos con el Intendente Albino Ferrer, con el propósito de mejorar los trabajos y superar los groseros cupos políticos, porque con seguridad estos nada tienen que ver con las necesidades institucionales (como ser las actitudes y el profesionalismo). Por lo tanto, muchos no merecen ocupar cargos, pero gracias a la presión de algunos sectores, con total normalidad invaden (y todo por la bendita gobernabilidad).

Los padrinos políticos y el propio Intendente deben entender que si presentan a personas para ocupar los mal llamados «cargos de confianza», y estas no muestran las capacidades requeridas ¡Están causando un daño inmenso a la sociedad! Por esta razón corresponde que exijamos cambios importantes en la presente administración. «Es momento de corregir, de actuar con fuerza de una vez por todas, o nos callamos o no hablamos mas de nada, y que continué todo así como esta» (Concejal Ramón «Monchi» Gil).

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