Columna de opinión
Como es tradicional en el mes de mayo las instituciones educativas rindieron homenaje a la patria, recordando un aniversario más de independencia con el popular desfile estudiantil. En esta ocasión desfilaron 45 escuelas básicas y colegios sobre la calle Tte. Benítez, entre Hernandarias y Dr. Francia. Se destaca en esta oportunidad una mejor organización revelándose a lo largo de los preparativos, sobresale, la experiencia y dedicación del coordinador del desfile estudiantil Ramón Fernández; hubo una clara mejoría en el manejo del problema del tránsito, es decir, no causo tanto desconcierto, culmino cerca de las 13:00 hs. y no a las 16:00 hs., como en ocasiones anteriores (por supuesto que hay cosas que mejorar, entre estas vale la pena señalar algunas: la limpieza, ciertos aspectos decorativos, ejemplos: pintar los cordones, vestir la pista del desfile con ornamentos patrios, mayor difusión sobre las vías alternativas de desvíos con el objetivo de evitar los tediosos embotellamientos, en fin).
Contra todo propósito institucional las instituciones educativas San Sebastián y Saturio Ríos, “las más grandes en San Lorenzo”, en cantidad de alumnos por supuesto, porque en la práctica protocolar que debería relucir su nivel cultural como sede de estudios, quedaron lejos al manifestar su rechazo a las normas de participación para el desfile, ya que los mismos tenían la insensata intención de participar con más de 100 estudiantes. Recordemos que el límite de participantes por institución era de 100, con el sano objetivo de contar con más participantes y finalizar el desfile al medio día, contrariamente estos forzaron su participación creándose un ambiente inestable debido a las múltiples versiones publicas que los asociaban con futuros hechos violentos. No obstante, en horas de la siesta tarde del día sábado confirmaba Ramón Fernández por Radio Nuevo Mundo, la participación (forzada) del Saturio Ríos y San Sebastián – En un acto totalmente injusto, porque finalmente la organización del desfile cedió a los caprichos y las imposiciones de las instituciones en cuestión.
Los directivos deberían saber que no serian más paraguayos, ni mejores que los otros llevando un ejército de representantes a la pista del desfile, entendiéndose que otros son los objetivos. Resulta vergonzoso y una gran pena que los directivos de dichas instituciones sorprendan con semejante actitud.
Preocupa la manera como estas casas de estudios dejan a entrever la erudición de la intolerancia, la falta de solidaridad con otros colegios, que también llevan los mismos derechos basados en la igualdad y el respeto en un evento tan importante como es este. Los organizadores del desfile no pueden dejar pasar por alto esta arbitraria actitud de los directivos, deben analizar como corresponde, y si amerita el caso suspenderlos de próximos eventos.
Sin lugar a dudas es oportuno preguntarnos y como consecuencia un toque de atención a los padres que depositan sus respectivas confianzas en estas instituciones ¿Estos son los verdaderos valores cívicos democráticos que inculcan a sus alumnos, los colegios San Sebastián y Saturio Ríos? ¡¿El de la intolerancia, fanatismo, imposición, arbitrariedad!?
Los organizadores del desfile no deben permitir más estas barrabasadas. Es obligación de la organización mantener en todo momento firmeza, equidad, seguridad; es inaceptable que el Saturio Ríos y San Sebastián impongan sus impertinentes chifladuras.
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