Varios comerciantes del mercado de San Lorenzo, permanecen desde hace tiempo acorralados en un sitio, ya que en la vereda de la calle Gral. Caballero entre Julia Miranda Cueto y Mcal. Estigarribia ha sido construido un local comercial, que encierra a los demás vendedores en un pequeño pasillo sin salida.
A pesar de las interminables promesas del Inte
ndente Ferrer de solucionar esta situación, varios trabajadores siguen afectados económicamente, ya que sus ingresos han reducido considerablemente, pues los compradores no logran ver ni ubicar sus puestos comerciales.
María Ester López de Domínguez, es una de las vendedoras afectadas, quien asegura que la ayuda solo llega a unos cuántos, «a quienes comparten el mismo color«. Mientras tanto otros trabajadores que poseen los mismos derechos, que cuentan con patente comercial, y están al día con los pagos de sus impuestos son ignorados por los gobernantes competentes.
«Tengo la firma del Intendente comprometiéndose en realizar las obras», asegura la vendedora, quién agregó que el Intendente les solicitó » Tiempo a que pasaran las internas coloradas del 9 de diciembre y prometió que el 15 de enero abrirían la zona», pero esta promesa de permitir a los ciudadanos trabajar como corresponde nunca se cumplió.
Los comerciantes se encuentran cansados y solo piden igualdad de posibilidades, ante las reiteradas excusas, promesas y mentiras consideran una «burla y falta de respeto como de interés al cumplimiento de sus labores».
Este caso hace más de un año debía ingresar al juzgado, pero tanto el Asesor Jurídico Municipal como las notas referidas a la misma, «desaparecen misteriosa y continuamente”, según la afectada, quien finalizó diciendo «por las buenas ya intentamos de todo, ahora iremos más fuertes, cocineras, vendedores/as que se ven afectados, para reclamar nuestros derechos y exigir una salida».