Químico de formación, Bergoglio no estaba entre los favoritos en las quinielas previas, aunque procede del continente que más católicos reúne en la actualidad, uno de los aspectos que puede haber influido en su elección en el cónclave, donde ha reunido los votos necesarios en la segunda jornada de reuniones.
Al salir del balcón de San Pedro, sus primera palabras han sido «Amor y hermandad», y su primer recuerdo, para su predecesor, Benedicto XVI: «Quiero elevar una oración por nuestro papa emérito». Después, ha orado junto a los fieles y les ha pedido que recen por él.
Su elección, al igual que en los últimos cónclave, ha sido rápida: la chimenea de la Capilla Sixtina ha emitido una fumata blanca a las 19.06 horas de este miércoles, poco más de 25 horas después de la primera votación y en la quinta ronda de votaciones, una más de las que fueron necesarias para la elección de Benedicto XVI.