Según la legislación apostólica, el conclave debe empezar antes entre 15 y 20 días después de haberse decretado la “sede vacante” que quedó fijada para el próximo 28 de febrero a las 20:00 horas, que es el momento elegido por el Papa actual para abandonar el cargo de jefe máximo de la Iglesia Católica.
«Pero la situación esta vez es diferente, porque la constitución habla de 15 a 20 días para dar tiempo a los cardenales de llegar a Roma. En este caso es posible que todos los cardenales hayan llegado y no haya que esperarlos. Se puede interpretar la constitución», dijo el portavoz Federico Lombardi.
El tema está siendo debatido por los mismos cardenales y «es posible que nuestras autoridades sometan al voto ese tema el mismo día que empieza la «sede vacante» dijo.
Los cardenales están «profundamente afectados» tras la decisión de renunciar del Benedicto XVI e intentan «enfocar el alcance y el significado» de ese gesto», añadió el portavoz del Vaticano.
En total 117 cardenales tendrán derecho a voto (por tener menos de 80 años) en el cónclave que elegirá, dentro de la Capilla Sixtina, al nuevo Papa con una mayoría de dos tercios.
Tras su renuncia, Benedicto XVI se trasladará a la residencia veraniega de los papas, en Castelgandolfo, en las afueras de Roma, donde «permanecerá unos dos meses», aseguró Lombardi.
«Creo que permanecerá allá hasta finales de abril o inicios de mayo mientras remodelan la nueva residencia en el Vaticano», precisó.
La nueva residencia de Benedicto XIV será un monasterio dentro del Vaticano, donde vivirá también su secretario personal, el alemán Georg Gänswein, y varias monjas que trabajan a su servicio.